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Caleidoscopio
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Bandera en Ucrania

Detrás de la "operación especial" rusa en Ucrania, que amenaza convertirse en guerra mundial, hay enconos históricos de larguísima data, difíciles de entender en nuestro continente pero moneda corriente en Europa.

En los orígenes de Rusia está Kiev, actual capital de Ucrania, sede inicial de una federación de tribus eslavas desde el siglo IX, que trasladó su capital a Moscú cuando Kiev fue arrasada por la Horda de Oro mongola en el siglo XIII.

Es decir, la cuna de Rusia es Ucrania, el Rus de Kiev, pero a pesar de eso hay nacionalismos extremos que separan a ambos países, que no obstante no pueden dejar de reconocer el origen común y rasgos que los asemejan.

La afirmación de Putin en febrero pasado de que Ucrania existe gracias al derecho a la autodeterminación que le reconoció Lenin en 1918 puede responder a las vicisitudes políticas de ese momento, muy convulso; pero se limita a los tiempos modernos y no tiene en cuenta la larga historia anterior ni la persistente voluntad ucraniana de independencia, que toma formas a veces muy cuestionables desde puntos de vista democráticos y pacifistas.

Stepán Bandera es una figura muy significativa dentro del nacionalismo ucraniano por los rechazos y las adhesiones que despierta. Ucrania enfrenta a Rusia, una potencia de primer orden, con pocas posibilidades militares a pesar de la ayuda masiva de la Otan.

El himno que une a los militantes antirrusos dice: "Nuestro padre es Bandera, Ucrania nuestra madre". Stepán Bandera es el nacionalista ucraniano más famoso; su figura está vinculada con los nazis que lo hicieron prisionero en el campo de concentración de Sachsenhausen y con los soviéticos que lo envenenaron hace 60 años
Cuando nació Bandera en 1909, el Oeste de Ucrania era parte de Polonia y del Imperio Austrohúngaro. En la década de los años 30 del siglo pasado fue condenado con otros nacionalistas ucranianos por organizar una matanza de judíos polacos, pero fue liberado a inicios de la segunda guerra mundial.

Bandera encabezó la escisión de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y su facción fue el ala más radical, que se unió a las tropas nazis que se disponían a invadir la Unión Soviética. Los ucranianos integraron el ejército de Hitler con dos batallones, "Ruiseñor" y "Roldán", que Putin considera antecesores del Azov, destruido por los rusos en Mariupol hace meses.

Los compañeros de Bandera declararon un estado ucraniano independiente en Leópolis cuando estaba ocupada por los nazis en 1941, pero el hecho disgustó a Hitler, que apresó a Bandera.

Después de terminada la guerra en 1945, Bandera se estableció en Munich, donde murió asesinado en 1959 cuando entraba a su casa por un agente de la KGB que le disparó una cápsula de cianuro con una pistola especial que envolvía a la víctima en un rocío venenoso.

Tras el derrumbe soviético en 1990 se inició la veneración de Bandera en Ucrania, donde hay calles y museos con su nombre; pero otros ucranianos, los de las regiones incorporadas a Rusia este año tras un plebiscito, lo siguen considerando un colaborador de los nazis, que con ellos compartía métodos e ideología.

Con el triunfo de la revolución de 2005 en Ucrania, le fue conferido a Bandera el título de Héroe de Ucrania, pero el gobierno posterior, de Víktor Yakunovich, le retiró la distinción.

La población ucraniana antes de febrero de este año, cuando comenzó la "operación especial", estaba profundamente dividida en torno de la figura de Bandera, un tercio la consideraba positiva y otro tercio negativa.

Un dato histórico seguro es que durante la guerra que terminó en 1945 y que devastó a Europa, Bandera colaboró con el Tercer Reich de Hitler, unos dicen que forzado, otros que por afinidad ideológica. La afinidad, casi la continuidad por lo menos de sus partidarios actuales, no se puede negar.

Los nacionalistas del ala extrema, encabezados por Bandera, fueron promotores de asesinatos de judíos en Galitzia y Volinia, en Polonia, aunque su participación personal en los hechos está en duda.

Bandera era un nazi más bien circunstancial porque su ideología de fondo era el ultranacionalismo ucraniano. Era un fascista que tenía un enemigo principal, la Unión Soviética, y veía en la Alemania nazi un aliado que podía ayudarlo a obtener sus objetivos.

Recientemente, el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, pidió ayuda a Israel para obtener el "techo de acero" y detener a los drones "kamikazes" rusos. Sin embargo, Israel no lo ha entregado, incluso resistiendo presiones de los Estados Unidos.

Una versión señala que el gobierno sionista no quiere incomodar a Rusia por la vecindad con la guerra en Siria, pero hay otra: la matanza de más de 100.000 judíos polacos durante la segunda guerra mundial a manos de partidarios de Bandera, los antecesores de los que organizan marchas de antorchas cada año en el aniversario de su nacimiento.

La peculiaridad de los nacionalismos europeos, muchos veces vinculados con etnias enfrentadas desde hace siglos, se hace visible en el Oeste de la Ucrania actual, donde la popularidad y la aceptación de Bandera ronda ahora el 75% según una encuesta reciente.
De la Redacción de AIM

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