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Caleidoscopio
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La edad media informática

Algunos estudiosos, sobre todo en los Estados Unidos y Europa, entrevén que hemos entrado en una "era de oscurantismo digital", donde la capacidad de preservación, la memoria efectiva de datos que puede ofrecer la civilización, es inferior a la medieval y a la de la Era Gutenberg.

En una reciente subasta en los Estados Unidos se remataron objetos relacionados con los orígenes del ciberespacio: una biblioteca sobre la historia de la computación, las redes informáticas y las telecomunicaciones, una cinta magnética de 1951; 12 números de la primera revista dedicada a programación televisiva de 1928; un boceto del 1843 de una máquina calculadora programable y un manuscrito de 8 páginas, escrito en 1946.

El problema es que el cambio vertiginoso de la tecnología hizo reflexionar al propietario de los objetos: "con algo nuevo saliendo cada semana nadie piensa en preservar esos materiales".

Esa falta de interés por la preservación es justamente el síntoma de la edad oscura digital. En la Edad Media, la "edad oscura" por antonomasia, la cultura se preservó mediante monjes que copiaban manuscritos que duran hoy todavía. Sin los monjes medievales copiando manuscritos nuestros actuales conocimientos de las culturas antiguas no existirían.

Cuando alguien desecha un disco rígido, no mantiene ni el recuerdo de los diskettes "grandes" de antes y también los más chicos que aparecieron luego, cuando advierte que los discos de musicales de pasta desaparecieron, que los compactos seguirán en breve el mismo camino, que los pen drive tienen poca vida, ¿sabe dónde fue a parar la información que contenían? ¿Cuánto durará la mejor conservada en soporte electrónico?

El material que se guarda en formato digital se vuelve inaccesible a los pocos años por obsolescencia o por el avance tecnológico. La pérdida de esa información recuerda a la que se produjo durante la memorable quema de la biblioteca de Alejandría, esta vez sin fuego ni reprobación debido a la costumbre bien establecida de aprobar todo lo "moderno".

Los historiadores actuales disponen de textos muy anteriores a Cristo, desde la leyenda de Gilgamesh a la piedra de Roseta, pero los del futuro no tendrán nada de nosotros, porque nuestra memoria no va más allá de algunas décadas. Por ejemplo, hay correspondencia mantenida en cintas magnéticas que se ha perdido porque las cintas se han degradado.

Nuestra propia memoria humana parece atrofiada si la comparamos con la que algunos ponían en acción pocos siglos antes. En la época de Shakespeare las obras de teatro apenas se editaban. Pero había encargados de asistir a la representación, recordarla entera, volver a casa y escribirla sin olvidar ni agregar nada. Una memoria tal parece imposible, pero solo porque hemos dejado de ejercitarla al punto de perderla.

Un libro importante suele imprimirse hoy en día, cuando los editores creen que vale la pena, en papel especial, que dura unos cinco siglos. La alternativa son los microfilms, que duran lo mismo, pero con los documentos digitales es preciso cambiarlos a cada nuevo "adelanto" tecnológico que aparezca, lo que es muy caro y engorroso.
De la Redacción de AIM

¿Adelanto tecnológico? Edad Medio oscurantismo digital

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