Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido

El clima hoy en:

-

- -

El dólar hoy: (BCRA)

$836,0 / $876,0

Caleidoscopio
Caleidoscopio
La política, mala sombra de la libertad.
La política, mala sombra de la libertad.

Liberarse de la política

Según el cineasta portugués José María Nunes, que vivió y produjo sus películas en España, la necesidad de libertad es consustancial con el hombre, y se manifiesta en la sociedad humana desde hace miles de años.

Para Nunes, muerto hace 10 años en Barcelona, se trata de una expresión integral del ser humano: A mayor sensibilidad y mayor poder intelectivo, a pesar de las tendencias de la sociedad actual, la necesidad de libertad crece por ahora clandestinamente. "A mayor conciencia que cada uno tenga en sí mismo, la sensibilidad y la inteligencia crecen y se nota en las miradas, en lo que intentan decir, en lo que hacen".

A lo largo de los últimos siglos, las conductas y doctrinas basadas en aquella necesidad original tratan de encontrar métodos para liberarse de las dictaduras y de los sistemas opresores. Esperan descubrir un sistema, un artefacto político, una estrategia que finalmente cumpla sus deseos. Descreídos de los inventos políticos singulares que fracasan una y otra vez tras intentar una y otra vez, ponen su confianza en construcciones colectivas, volviendo parcialmente a las ilusiones románticas sobre el “pueblo” y las cualidades que habitualmente se le atribuyen.


Vencedores y vencidos
La sentencia "divide y vencerás" tiene una larga historia, que al menos en los documentos remonta a la táctica de las batallas. Después de derrotar a la Liga Latina formada contra ellos en el siglo IV antes de nuestra era, los estrategas romanos diseñaron un método para no tener que pelear permanentemente contra sus adversarios; la táctica fue mantenerlos divididos para debilitarlos.

El estratega chino Sun Tsu, en El Arte de la Guerra, un texto escrito hace 2700 años y leído aún hoy, entendía que la esencia de la guerra es subyugar al contrario antes de entablar combate. Para esto es útil atomizar las fuerzas del bando opuesto, en especial si se trata de un ejército muy grande.

Con ese fin el espionaje y la posibilidad de sobornar a los aliados de facto o potenciales del enemigo se vuelven así dos herramientas valiosas para cumplir con los preceptos del divide y reinarás.

La lista de las herramientas políticas es muy larga: las tácticas de Egipto, las que narra la Biblia, la teorización de Maquiavelo y luego su lector Napoleón, la invasión de América y el genocidio de su población desde 1492 y el ascenso del imperio británico.

El soborno y la traición como método político para deshacerse de un enemigo poderoso y peligroso tuvo entre nosotros, en el origen de nuestra historia, un ejemplo claro en Sarratea comprando a Ramírez contra Artigas y luego poniendo a López contra Ramírez para dejar a Buenos Aires dueña de todo.

Al final de su vida, Sarratea se vanagloriaba de haber cumplido la misión de su vida: hacer desaparecer a Artigas del escenario político y dejar libre el camino a Buenos Aires, que lo tiene fácil hoy.

Política a todo nivel
Lo que se da a nivel de Estados y multitudes se da antes dentro de cada uno. El poder no está allá afuera y nosotros limitados a sufrirlo. Lo tenemos adentro, aunque sin muchas posibilidades de expresarse con claridad: es la voz de los padres, de los sacerdotes, de la escuela, de la universidad, de los amigos, de la calle, de la disciplina, de todo el que haya querido influirnos o nos haya influido sin querer desde que éramos bebés.

Cuando acontece que el poder “macro” decae, por corrupción, envejecimiento, incapacidad de adaptación a formas nuevas o por lo que sea, los hasta ayer víctimas suyas lo toman en sus manos y muestran qué anidaba en ellos: hacen lo mismo que hacían los otros y vuelta a empezar.

Es posible tomar conciencia del monstruo que llevamos dentro, pero entonces nos arriesgamos a ser destruidos o aplastados. La India estuvo 2000 años dominada porque aparecieron en ella seis o siete siglos antes de nuestra era grandes guías que señalaron el problema.

Ni los brahmanes desde mucho antes, ni los jainistas ni los budistas quisieron entonces mandar ni obedecer. El resultado fue que la India cayó bajo cualquier invasor, incluso potencias muy inferiores en cultura, tamaño o población, desde los mongoles de aquellos tiempos, los musulmanes después y los británicos hasta el siglo pasado.

Cuando por fin se libraron de los ingleses, se occidentalizaron, renegaron en parte de su propia herencia, se convirtieron en potencia nuclear y aspiran a ser un imperio industrial y militar.

Cuando una irrupción de conciencia semejante aconteció en Grecia desde Pitágoras hasta Aristóteles, lo que aconteció fue que la civilización griega desapareció, dominada por Roma que dijo ser su heredera y hubo que creerle. Sin embargo, lo que trajo Roma al mundo fue enormemente diferente de lo que había alumbrado Grecia.

El espíritu de Roma, práctico, cuadrado y militar como lo imaginaba Mussolini, ha dado forma quiera o no a todo el occidente moderno, que no puede dejarlo enteramente de lado ni poniéndose en la vereda de enfrente. Es hoy en día la forma prevaleciente en todo el mundo a través de la política, mala sombra de la libertad: argucias diplomáticas, estruendo propagandístico, guerras sucias, intentos de manipulación masiva y productos intelectuales muy elaborados, tendentes a cambiar las cosas tanto como para que nada cambie.
De la Redacción de AIM.

Manipulación masiva política guerras sucias sobra

Dejá tu comentario sobre esta nota

Artículos Relacionados

Teclas de acceso