Lejos de la pauta oficial prevista hacia fines del año pasado, cuando la baja transitoria a 5 por ciento mensual en el avance del IPC permitió imaginar un derrotero hacia la baja durante el primer semestre de este año, nuevamente el Indec dará a conocer un dato de inflación negativo.
Igual que en enero, aunque tal vez impulsado por distintos rubros, la carrera de los precios del mes pasado volvió a acelerarse y el indicador -reconocen fuentes oficiales- se estancó en torno a 6 por ciento, la misma cifra que el mes anterior. Con ello, se superaría el umbral de una inflación de 100 por ciento en términos interanuales.
Al igual que en el mes anterior, la incidencia del precio de los alimentos, con una suba mayor al nivel general, explicaría el indicador de febrero. Es lo que se reflejó, por lo pronto, en la medición de inflación porteña, con un aumento de 7,7 por ciento en la categoría alimentos y bebidas. A nivel nacional, algunas mediciones privadas ubican esa suba incluso por encima de ese valor.
Ese fuerte salto se explica, en gran medida, por el impacto en el precio de la carne que inició su corrección hacia fines de enero, pero impactó en los precios al consumidor esencialmente en febrero. Con subas que distintos relevamientos privados ubicaron en torno a 22 por ciento promedio, el aporte de la variación de la carne al IPC se habría acercado a los 2 puntos porcentuales.
De acuerdo con la proyección de la consultora Camilo Tiscornia & Asoc, “febrero suele ser un mes de inflación relativamente baja pero no fue así este año. En gran medida, este comportamiento anormal se debió a la suba de 9,2 por ciento que tuvo el rubro de alimentos y bebidas, el de mayor ponderación”, sostuvo un informe de la consultora, en el que se explicó que “en líneas generales hubo una aceleración de todos sus principales componentes, pero el aspecto más destacado fue el aumento de 20 por ciento en la carne, proceso que ya se había iniciado enero y que se acentuó en febrero”, amplió. La consultora aguarda un IPC de 6,2 por ciento.
También desde la consultora LCG hicieron mención a la fuerte suba del rubro “alimentos” durante el segundo mes del año, que según su medición anotó un alza del 6,8 por ciento, impulsada por los ajustes que se dieron en las carnes (11,3 por ciento) y los productos lácteos (8,2 por ciento).
Según EcoGo, la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, la inflación del mes pasado se ubicó en 6,4 por ciento pero con un incremento de la llamada “inflación núcleo”, es decir, la que no contabiliza los precios regulados ni los estacionales, de 6,6 por ciento, lo que indicaría la persistencia de la inercia de la suba de precios.
Apenas una décima por debajo se ubicó la medición de la consultora Ecolatina, que estima un alza de 6,3 por ciento, lo que llevaría a 101,9 por ciento la variación interanual. “El rebote inflacionario de enero se estaría consolidando, traccionado especialmente por el impacto del traslado al consumidor del salto en los precios de la hacienda vacuna, junto con los incrementos pautados en prepagas, telefonía móvil y servicios de cable”, precisó el economista jefe de la consultora, Santiago Manoukian.
Pocas horas antes del anuncio, la agencia Reuters hizo su propio sondeo, que arrojó un dato de 6,2 por ciento, de acuerdo a la mediana de las estimaciones entre 17 analistas locales y extranjeros.
“La inflación de febrero volvería a marcar una suba respecto al mes previo, en este caso cercana al 6,5 por ciento y con gran influencia del componente alimentos, principalmente carnes”, afirmó Jerónimo Montalvo, economista de Empiria Consultores.
Las proyecciones de los analistas encuestados oscilaron entre un avance mínimo y máximo de 5,7 por ciento y 6,5 por ciento, respectivamente. Por su parte, la estimación de variación interanual a febrero alcanzó una mediana de 101,7 por ciento. “Detrás de nuestro pronóstico hay una inflación mensual del 6 por ciento en febrero, lo cual es consistente con la inflación anual aumentando a 101,3 por ciento interanual desde el 98,8 por ciento interanual registrado en enero”, señaló Goldman Sachs.
El resultado de la encuesta de la agencia se encuentra en línea con el último relevamiento de expectativas de mercado (REM) que realiza el Banco Central, según el cual el IPC del segundo mes del año sería de 6,1 por ciento, mientras que arrojaría un 99,9 por ciento para todo 2023.