Mauricio Macri y Michel Temer aprovecharán sus últimas horas en la cumbre de los Brics para mantener un breve encuentro destinado a revisar la relación bilateral entre Argentina y Brasil y evaluar las negociaciones emprendidas desde el Mercosur con la Unión Europea para firmar un acuerdo histórico que puede multiplicar la dimensión económica de los dos bloques geopolíticos.
Macri y Temer se reunirán en el Centro de Convenciones Sandton, tras la participación del presidente argentino en la sesión de Diálogo del Brics Outrech, un coloquio multilateral que trata la agenda global y su repercusión en los Estados emergentes.
La reunión será bajo el concepto pull aside, una terminología diplomática que implica un encuentro corto, distendido y con agenda abierta. Macri hablará con su par en Brasil sobre la crisis económica que afecta a los dos países y la evolución de las negociaciones del Mercosur con la Unión Europea para alcanzar un acuerdo bilateral que puede cambiar la agenda económica global.
Temer está comprometido con la firma del tratado Mercosur-UE, pero su poder languidece a medida que se acercan las elecciones para designar a su sucesor. Para Macri sería ideal que se firmara una declaración política a favor del acuerdo antes de los comicios en Brasil, un objetivo institucional complejo que recién podría coronarse tras el verano europeo.
Después de su meeting con Temer, el presidente argentino se encontrará con Recep Erdogan, su colega de la República Turca. Erdogan es un líder autoritario que aún se niega a reconocer el genocidio armenio ejecutado por su país a principios del siglo XX. La reunión será corta y protocolar.
La cumbre del Brics terminará con un almuerzo de trabajo que se servirá en el Centro de Convenciones Sandton. Macri concurrirá como representante del G20 y a continuación se encontrará con Matamela Ramaphosa, presidente de Sudáfrica. Macri y Ramaphosa analizarán la agenda global y su peso en la economía de los países emergentes, tras la guerra comercial desatada por Donald Trump.
Durante todas las sesiones del Brics se cuestionó la decisión proteccionista del presidente americano y su impacto en el comercio exterior y el desarrollo sustentable de las naciones.
Xi Jinping, presidente de China, encabezó las críticas a Trump por su decisión de levantar barreras tarifarias a las importaciones de acero y aluminio. Vladimir Putin, en cambio, fue más cauto y condescendiente. El presidente ruso no avala el comercio libre en su máxima expresión: aprueba la aplicación del proteccionismo cuando ciertas importaciones pueden afectar el mercado doméstico. En este sentido, Putin coincide con Trump, que acuñó el concepto American First, su bandera ideológica que le permitió llegar a Washington como presidente de los Estados Unidos.
Cerca de la hora del té en Johannesburgo (mediodía en Argentina), Macri y su comitiva regresaran a Buenos Aires en un vuelo chárter. El presidente no se quedará a observar el eclipse más largo del siglo XXI, ni visitará el museo de Nelson Mandela, pese a su devoción personal por el líder histórico que construyó la democracia en Sudáfrica. Macri quiere volver rápido al país: le urge la crisis económica y sus complejas consecuencias políticas y sociales.