Por primera vez en 70 años, llovió en la cumbre de Groenlandia la semana pasada, dejando siete mil millones de toneladas de lluvia sobre este hielo.
La lluvia cayó durante tres días excepcionalmente calurosos en Groenlandia, cuando las temperaturas alcanzaron los 18 grados centígrados más altos. Ante este fenómeno, se observó derretimiento en la mayor parte de Groenlandia.
Los expertos explicaron que esta situación única se debió a que la temperatura se mantuvo arriba del punto de congelación, como consecuencia del cambio climático.
También dijeron que el hielo nuevo, formado por la congelación del agua de lluvia recién caída, podría ser de corta duración.
Generalmente el hielo de la lluvia helada es más suave y de color más oscuro, por lo que absorberá más luz solar y aumentará las temperaturas de la región.
Las fuertes lluvias en un paisaje ártico podrían provocar que el deshielo eleve el nivel del mar a grados preocupantes.
Apenas Groenlandia perdió ocho mil millones de toneladas de hielo
Una ola de calor, con temperaturas de más de 10 grados por encima de las normales estacionales, provocó a finales de julio un episodio de derretimiento “masivo” del casquete de hielo de Groenlandia.
El casquete glaciar que cubre el vasto territorio ártico se derritió unos 8 mil millones de toneladas cada día, el doble del ritmo medio durante el periodo estival, según datos de Polar Portal, una herramienta de modelización gestionada por institutos de investigación daneses.
Según el instituto meteorológico danés DMI, en los últimos días se registraron en el norte de Groenlandia temperaturas inusuales de más de 20 grados, con récords locales.
Esta ola de calor, que también ha afectado a gran parte del inmenso territorio ártico, ha acelerado el ritmo de derretimiento del casquete de hielo.
El récord de deshielo diario en Groenlandia, que data del verano de 2019, no se ha batido, pero la parte del territorio donde el hielo se derritió es mayor que hace dos años.
Fuente: Uno TV