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Un billón de dólares para proteger la biodiversidad es más barato que el coste de la inacción

Aumentar la financiación para la conservación exigirá que los sectores público y privado integren la naturaleza en los procesos de planificación, las políticas y las inversiones, según BloombergNEF

Salvaguardar la biodiversidad de la Tierra no será barato, pero es mucho menos costoso que la alternativa. La financiación explícita para proteger y restaurar los recursos naturales más frágiles del planeta asciende actualmente a 166.000 millones de dólares al año, menos de una sexta parte de la inversión anual en la transición energética, según el análisis de la empresa de investigación BloombergNEF. Para gestionar la biodiversidad de forma sostenible y mantener la integridad de los ecosistemas, esta cifra deberá ascender a casi un billón de dólares de aquí a 2030.

Aunque se trata de una suma considerable, palidece en comparación con el coste económico previsto de la pérdida de biodiversidad para finales de la década. Incluso según las estimaciones conservadoras del Banco Mundial, el deterioro de procesos naturales como la polinización silvestre y de recursos como la pesca marina podría suponer para 2030 una reducción del PIB mundial de 2,7 billones de dólares al año con respecto a los niveles previstos.

El Biodiversity Finance Factbook, publicado por BloombergNEF, proporciona a los profesionales de las finanzas, la política y la sostenibilidad datos importantes para calibrar los flujos de financiación actuales y necesarios. A continuación, el Libro de Datos identifica dónde debe darse prioridad a la financiación y ofrece ideas sobre cómo conseguirlo.


Riesgos de todo tipo

El Marco Mundial para la Biodiversidad acordado en Montreal el año pasado exigirá un aumento significativo de la financiación. Si no se consigue, las empresas se enfrentan a riesgos físicos con repercusiones financieras, como interrupciones en la cadena de suministro y volatilidad de los precios, y la destrucción de activos reales debido a la erosión o a incendios forestales, por ejemplo.

También incurren en riesgos de transición, como el aumento de los costes provocado por el endurecimiento de la normativa para mitigar la pérdida de biodiversidad, la denegación de permisos y el daño a la reputación.

Victoria Cuming, responsable de política mundial de Bnef y autora principal del Factbook, afirmó: “El acuerdo sobre biodiversidad de 2022 no valdrá ni el papel en el que está escrito a menos que los gobiernos, las instituciones financieras y las empresas aumenten la financiación e integren la naturaleza en sus planes y políticas”.

La financiación pública en forma de gasto público y exenciones fiscales domina actualmente los flujos de capital para la biodiversidad. La inmensa mayoría de estas ayudas se gastan a nivel nacional.

“El nuevo marco de priorización de Bnef se basa en la premisa de que la financiación debe dirigirse a los países en desarrollo donde la biodiversidad es abundante, aporta valor económico y corre el riesgo de perderse”, declaró Jon Moore, director general de BloombergNEF.


Los grandes países

Presentado en el Factbook, el nuevo marco identifica que los gobiernos y las empresas deben centrar sus esfuerzos de conservación de la naturaleza en países grandes y de renta media como Brasil, China, Indonesia e India, impulsados especialmente por el valor de los servicios ecosistémicos que proporciona la naturaleza, debido a sus grandes economías o masa territorial. Tras estos países de alta prioridad viene un segundo nivel más amplio de naciones pequeñas, de renta media y baja, como la República Democrática del Congo, Colombia y Perú.

A pesar de compartir características comunes, los biomas y las especies que necesitan protección varían mucho de una región a otra, y abarcan recursos terrestres y marinos, plantas y animales.

El Biodiversity Finance Factbook identifica seis tareas primordiales que deben abordar los gobiernos, las empresas y las instituciones financieras:

- Respaldar iniciativas para recopilar y compartir datos sobre biodiversidad y armonizar métricas y marcos.

- Integrar la biodiversidad en la planificación, las operaciones y los informes.

- Reformar las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente e impulsar las ayudas a la biodiversidad.

- Desarrollar modelos de negocio reproducibles y utilizar financiación en condiciones favorables para hacer frente a la escasez de proyectos de biodiversidad financiables.

- Mejorar la integridad medioambiental de las compensaciones y otros mecanismos.

- Fomentar la participación de la industria y la comunidad local.

El Libro de Datos profundiza en estos retos y ofrece recomendaciones prácticas para gobiernos, instituciones financieras y empresas a corto, medio y largo plazo.

Fuente: Portal elperiodicodelaenergia.com

biodiversidad ecosistemas industrias - empresas - economía política ambiental

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