El horror se vivió en la tarde del martes en la ciudad de Beirut cuando dos enormes explosiones afectaron la zona del puerto de la ciudad. Decenas de videos mostraban la segunda explosión con imágenes en las que se veía la aterradora onda explosiva que arrasaba parte de la ciudad.
Algo que llamó la atención de esos videos fue la nube que acompañaba a la onda de choque. Este fenómeno aparece cuando las explosiones se dan en un entorno de aire húmedo y se conoce como "Nube de Wilson". La onda de choque es un cambio abrupto de presión que produce un enfriamiento temporal del aire por delante de ella, provocando la condensación instantánea de la humedad. Al condensar, el aire se llena de pequeñas gotitas y forman una gran nube que rodea a la onda de choque con aspecto de domo.
Primero la explosión, luego el ruido
Otro detalle de los videos de Beirut muestras que primero llega el impacto de la explosión y luego se escucha el ruido. Esto se debe a que la onda de presión se desplaza más rápido que la velocidad del sonido, es decir que se mueve a más de 1000 kilómetros por segundo. Por eso, lo primero que se siente es el impacto del aire, el cual puede provocar serios daños y víctimas, y luego escuchamos la explosión, detalla el sitio Meteored.
Algo similar, pero a menor escala, ocurre cuando cae un rayo. La descarga eléctrica también produce una onda expansiva generada por la diferencia de presión que puede llegar a provocar daños en los órganos internos si cae cerca.
Otras Nubes de Wilson
Hay otras situaciones en las que se puede observar esta extraña nube. Unas de ellas es durante los vuelos sónicos. Cuando el avión alcanza la velocidad del sonido se produce un cambio repentino en la presión, generando un enfriamiento del aire y la formación de una nube. Pero en este caso en particular, como el objeto que produce la onda expansiva se está moviendo, la nube no tiene forma de domo sino que se parece a un cono acostado.
En ciertas ocasiones, cuando el aire no tiene suficiente humedad, no se genera la nube de Wilson pero igualmente se puede detectar la onda expansiva. De la misma manera que sucede cuando hay humedad, se produce un cambio abrupto de la densidad del aire afectado, lo que significa que la luz se refracta de forma diferente a ambos lados y crea una línea nítida en el aire que viaja justo por delante de la onda de presión destructiva.