El Ejército Argentino comunicó el lunes la muerte de un joven cadete de 21 años, identificado como Lautaro Pilloud, durante “actividades de adiestramiento físico”. De acuerdo con el posteo del Colegio Militar de la Nación en redes sociales, Lautaro se encontraba cursando su primer año dentro de la fuerza.
“Es con hondo pesar que informamos el fallecimiento del cadete del 1er Año Lautaro Pilloud, durante una actividad del servicio en el Colegio Militar Nacional Acompañamos a su familia, amigos y camaradas en este difícil momento. Que descanse en paz”, expresaron, junto a una imagen institucional que decía: “Fallecido en Acto de Servicio el 6 de marzo de 2023. Reconocimiento del Ejército Argeinto a su profesionalismo y amor a la Patria”.
Según información divulgada por el Ministerio de Defensa, la muerte se produjo en el marco del “desarrollo de actividades de adiestramiento físico previstas en los planes curriculares del instituto”. Fue allí donde “el cadete Pilloud sufrió una descompensación”.
Cabe aclarar que El Palomar fue una de las localidades bonaerense que rompió récords de temperatura la semana pasada, mientras regía una alerta naranja emitida desde el Servicio Meteorológico Nacional -la cual alerta sobre fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente-.
“Luego de ser ingresado en la Sección Sanidad del instituto, y mientras se le practicaban las primeras atenciones, el cadete Pilloud sufrió un paro cardio respiratorio. Ante esta situación, el personal médico del Colegio Militar aplicó los procedimientos correspondientes y procedió a la derivación de urgencia hacia el Hospital Militar de Campo de Mayo en ambulancia. Al llegar al mencionado nosocomio, se constató el fallecimiento del cadete Pilloud”, detallaron desde la cartera.
La investigación por la muerte del Pilloud quedó a cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional número Uno de San Martín, provincia de Buenos Aires. Asimismo, en el ámbito interno de la Fuerza, se efectúan las actuaciones administrativas tendientes a determinar las circunstancias del hecho.
Un precedente del Colegio Militar de El Palomar
Matías Ezequiel Chirino, el subteniente de 22 años oriundo de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, falleció el pasado mes de junio en una especie de rito de iniciación en la localidad correntina de Paso de los Libres. La víctima había egresado del Colegio Militar de El Palomar después de estudiar durante cuatro años.
Una vez recibió su título, fue trasladado al Grupo de Artillería tres de Corrientes, para completar su instrucción como oficial de la fuerza. Su objetivo era instalarse en ese cuartel durante seis meses. Sin embargo, una celebración en el regimiento terminaría con su vida después de haber sido sometido a “prácticas de bautismo”.
Estas prácticas consistían en el consumo de gran cantidad de comida y bebida, lo que devino en la descompensación del joven soldado.
En la investigación primero intervino el fiscal Mauro Casco, titular de la UFI de Paso de Los Libres, quien ordenó la autopsia. Pero como la muerte se registró en dependencias de un destacamento del Ejército, el expediente pasó luego a la Justicia Federal de esa ciudad correntina y quedó a cargo del fiscal Fabián Martínez.
En un primer momento, fuentes del Ministerio Público Fiscal de Corrientes precisaron que eran las cinco de la madrugada del domingo cuando un oficial de servicio fue alertado por otros dos compañeros de Chirino: advirtieron que el subteniente estaba inconsciente en la habitación.
Tras la alerta, el oficial de servicio fue hasta la habitación y constató que el subteniente tenía signos vitales muy débiles. Ante esta situación, el hombre procedió a avisar a un superior del Grupo de Artillería, quien ordenó el inmediato traslado del joven al hospital San José.
En el hospital, según contó su director Jorge Ferreira Dame fue poco lo que pudo hacerse, pues no dieron resultado las técnicas de reanimación. Días después, el Ejército Argentino decidió suspender de manera preventiva a 11 oficiales que habrían estado involucrados y denunciarlos penalmente.
“El jefe del Estado Mayor del Ejército, general de División Guillermo Olegario Pereda, ordenó en forma inmediata que se instruyan las actuaciones de Justicia Militar tendientes a esclarecer el hecho y determinar las responsabilidades individuales que correspondan”, señalaba el comunicado oficial.
Además, detallaba haber procedido “la suspensión del servicio, en forma preventiva, de todo el personal involucrado en los hechos que son motivo de investigación, entre ellos 11 oficiales, ante la presunta comisión de faltas gravísimas”.
“En forma paralela a la investigación ordenada, el Ejército Argentino continúa a disposición del Juzgado Federal de Paso de los Libres a los efectos de brindar toda la información que sea requerida en el marco de las actuaciones judiciales correspondientes”, finaliza el texto que llevaba la firma de la Secretaría General del Ejército.
Nueve de los 11 oficiales fueron imputados. Entre ellos Claudio Luna, de 35 años, Rubén Darío Ruiz, de 35, y Hugo Reclus Martínez Tárraga, de 34; Darío Martínez, de 31; Exequiel Aguilar, de 32, y Franco Grupico, de 26, Facundo Acosta, de 27, Gerardo Bautista, de 31, y Claudia Cayata, de 33.