Un avance en contra del maltrato animal quedó nulo por el accionar de la Justicia. El municipio de Berazategui deberá suspender la ordenanza que prohibía la tracción a sangre para las tareas de recolección de basura.
Así lo ordenó el juez Gonzalo López Cardoso, del Juzgado de Familia Nº 3 de Quilmes. El abogado Dante Morini, representante de los recolectores y recicladores urbanos agrupados en la Unión de Carreros de Berazategui, había pedido el amparo argumentando que se deje de "criminalizar la pobreza y violar la Constitución Nacional".
La ordenanza 5694 entró en vigencia a partir del 1 de mayo tras ser aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante de Berazategui.
En lugar del uso de caballos, se contempló la entrega de bicicletas eléctricas a batería recargable "en comodato" para que los recicladores puedan cumplir con su trabajo. Además, establecía la creación de un Registro Unico Obligatorio para los Recolectores Informales de la Ciudad.
Ellos, sin embargo, argumentaron que las bicis no fueron suficientes, por lo que intercedió la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular y el Movimiento de Trabajadores Excluídos, donde se nuclean los cartoneros.
Para evitar el maltrato, el propio intentente Patricio Mussi había impulsado esta medida, celebrada por los proteccionistas y activistas.
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