Se trata de una iniciativa de varias comunas italianas para luchar contra la despoblación en zonas alejadas de los centros urbanos. Los más interesados son los extranjeros. Una argentina figura entre las “nuevas dueñas”.
Viviendas con filtraciones en sus tejados, paredes agrietadas, revoques desprendidos, pisos levantados por la humedad y problemas en la conexión de la luz, el gas y el agua. Este tipo de propiedades en estado de abandono están distribuidas por distintas regiones italianas, y la mayoría están deshabitadas. Sus dueños -que las heredaron de sus antepasados- ya no son residentes porque decidieron emigrar a las grandes ciudades en busca de mejores oportunidades. Y si ese éxodo continúa firme, el destino de esos lugares será en convertirse en “pueblos fantasmas”.
Muchos de ellos se levantan en cascos históricos del medioevo, a los pies de un volcán o en islas con vistas al Mediterráneo. Otros, en cambio, ofrecen panorámicas privilegiadas por estar construidos sobre montes o a 700 metros por encima del nivel del mar. Pero todos ellos tienen algo en común: necesitan de la llegada de nuevos habitantes para resurgir.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas de Italia (Istat), unos 6.000 pueblos sufren la despoblación. Y ante esta situación, el Gobierno puso en marcha un ambicioso plan que consiste en la venta de casas a tan solo un euro con el objetivo de conseguir nuevos pobladores.
De hecho, en los últimos días se conoció la historia de una argentina que adquirió una propiedad de 250 metros cuadrados por un precio insólito en un pequeño pueblo italiano llamado Mussomeli. La argentina Cecilia Solari, una artesana de 46 años que tras la muerte de su esposo -en 2016- se dedicó a recorrer el mundo, fue una de las que decidió invertir 1 euro para quedarse a vivir en la comuna siciliana de Sambuca.
Bivona, Sambuca, Mussomeli, Salemi, Regalbuto y Gangi (en Sicilia); Borgomezzavalle y Carrega Ligure (en Piemonte); Cantiano (en Marche); Zungoli (en Campania); Fabbriche di Vergemoli y Montieri (en Toscana); Patrica (en Lazio); Montieri (Toscana); Ollolai y Nulvi (en Cerdeña) y Lecce nei Marsi (en Abruzzo) son algunas de las comunas promocionadas para tal fin, según publicó Lainformacion.com. Esto fue posible tras una acuerdo hecho entre los municipios y los dueños de las viviendas abandonadas.
Desde el Consulado de Italia en Buenos Aires informaron que “sin bien los requisitos varían de pueblo en pueblo hay lineamientos generales que aplican a todos estos lugares que necesitan volver a ser poblados”. Por lo que aconsejan, “chequear los sitios web de cada una de las comunas para interiorizarse en los pormenores de los contratos que le hacen firmar a los compradores”.
La condición general para los nuevos propietarios es comprometerse a remodelar el inmueble adquirido en el plazo de uno a tres años, invirtiendo al menos 15 mil euros. Además, es necesario hacer un depósito anticipado de entre 2.500 y 5.000 mil euros, que se pierde si no se hace la reconstrucción. Por el contrario, será devuelto una vez finalizada la obra.
Los gastos notariales, el pago de sellos e impuestos locales también están a cargo del comprador; que suman entre 4 mil y 7 mil euros dependiendo de la región. El valor del metro cuadrado estimado para la construcción de una propiedad cotiza en 1.500 euros aproximadamente. Nada se dice sobre la tramitación de la ciudadanía o un permiso de residencia en el país ya que son cuestiones que exceden a las comunas y son de competencia del gobierno italiano.