La historia de la ocupación humana de América está ahora mucho más clara, gracias a un nuevo estudio al que se considera el mayor y más detallado realizado hasta la fecha de entre todos los basados en el ADN fósil extraído de restos humanos antiguos encontrados en el continente.
Los resultados de la nueva investigación confirman la existencia de una única población ancestral para todos los grupos étnicos ame
rindios, pasados y presentes.
Hace más de 17.000 años, este contingente original cruzó el estrecho de Bering desde Siberia a Alaska y empezó a poblar América. El ADN fósil muestra una afinidad entre esta corriente migratoria y las poblaciones de Siberia y del norte de China. Al contrario de la teoría tradicional, no tenía vinculación con África o Australasia.
El nuevo estudio también revela que, una vez asentados en Norteamérica, los descendientes de este flujo migratorio ancestral se diversificaron en dos linajes, hace unos 16.000 años.
Los miembros de un linaje cruzaron el istmo de Panamá y poblaron Sudamérica en tres oleadas consecutivas distintas.
La primera oleada sucedió hace entre 15.000 y 11.000 años. La segunda tuvo lugar como mucho hace 9.000 años. Existen registros de ADN fósil de ambas migraciones a lo largo de toda Sudamérica. La tercera oleada es mucho más reciente, habiendo ocurrido hace 4.200 años, y su influencia es limitada. Sus miembros se asentaron en los Andes centrales.
El estudio lo ha llevado a cabo un equipo formado por varias decenas de científicos, entre quienes figura André Menezes Strauss, del Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de São Paulo en Brasil, quien coordinó la parte brasileña de la investigación.
Ncyt.-