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Entre Ríos, cuna del cooperativismo argentino

La sede de la Mutual en Lucas González, donde se realizó el primer Congreso de Cooperativas de Entre Ríos, el 8 de junio de 1913.
La sede de la Mutual en Lucas González, donde se realizó el primer Congreso de Cooperativas de Entre Ríos, el 8 de junio de 1913.

Este 6 de julio se recuerda el día del cooperativismo, una herramienta trascendental para el desarrollo de los pueblos. Entre Ríos fue una de las provincias pioneras en este tipo de propuestas solidarias de cooperación y esfuerzo mancomunado.  La Federación de Cooperativas de Entre Ríos (Fedeco) fue la primera organización cooperativa de segundo grado en el país, confirmó AIM.

 

El capitalismo genera relaciones desiguales de producción que avanzan sobre los pequeños productores y trabajadores. Así, la autogestión se presenta como una práctica del colectivo oprimido, que se opone a las tácticas del opresor.

Sin embargo, el desarrollo de la experiencia autogestionaria se puede rastrear hasta en los modos de producción antiguos, pero el cooperativismo moderno vinculado al capitalismo surgió como una respuesta de los trabajadores de la ciudad y del campo como experiencias interclasistas y apolíticas.

En el siglo XIX, como consecuencia de las impostergables necesidades de los sectores populares en Europa que trataban de adecuarse a los cambios estructurales provocados por las revoluciones industrial y francesa y por el mercantilismo, surgió el cooperativismo en Inglaterra cuando en 1844, 30 tejedores en paro crearon en Rochdale -un barrio pobre de Manchester- una cooperativa que vertebró desde entonces el espíritu del cooperativismo oficial, interclasista y apolítico: matrícula abierta, neutralidad política, un socio un voto, interés limitado sobre el capital, ventas al contado, ganancias que vuelven al socio, educación y formación.

En 1844, los campesinos pobres del pueblo danés de Rodding crearon escuelas cooperativas de nivel secundario; en 1847 el alcalde F. W. Raiffeisen y el juez municipal Hermann Schulze, de Delitzsch, fundaron una asociación de apoyo a los pobres que no era propiamente una cooperativa, y en 1849 Raiffeisen creó en el pueblo renano de Heddendorf una cooperativa de ahorro y crédito para las "clases pobres".

La idea arribó a la Argentina de la mano de inmigrantes, quienes impulsaron las primeras cooperativas que desarrollaron sus actividades en forma asociativa.

Desde 1875 se sucedieron experiencias solidarias en el país que, sin embargo, en la mayoría de los casos, no prosperaron, por lo que las cooperativas agrarias comenzaron a surgir con fuerza durante las primeras décadas del siglo XX, principalmente cuando las condiciones económicas de la actividad agropecuaria se hicieron más difíciles, ya que los problemas de esos años demostraron cabalmente a los productores que no podían sortear las dificultades que afrontaban sino por medio de la solidaridad.

En 1898 un grupo de colonos franceses fundaron en Buenos Aires la primera cooperativa del país; dos años después de la experiencia de El Progreso Agrícola, el 12 de agosto de 1900, 15 colonos de la aldea Novibuco de la colonia Lucienville junto al maestro de la escuela y al administrador de la Jewish Colonization Asociation, crearon la primera Sociedad Agrícola Israelita, sentando las bases del cooperativismo agrario entrerriano y argentino, que sirvió como modelo de cooperativas mixtas, que poblaron toda la zona cerealera del país.

Ya en 1904 se creó la cooperativa Fondo Comunal de la Colonia Clara, que fue eje del cooperativismo entrerriano; en 1905 se organizó La Mutual de Lucas González; en 1906 la Unión Entre Agricultores de Urdinarrain; en 1910 La Agrícola Regional de Crespo; en 1913 el Círculo de Obreros de Urdinarrain, la Unión Agrícola de Mansilla y la Cosmopolita de Villaguay y, en 1914, La Comuna de Estación Urquiza y La Unión Agrícola de Aldea San Antonio.

El 21 de octubre de 1913 se realizó en Basavilbaso el segundo Congreso Federativo, donde se analizaron temas de trascendencia para el desarrollo y afianzamiento de las organizaciones cooperativas. Sin embargo, las turbulencias en el mundo, desatadas con la primera guerra mundial, diluyeron en parte la actividad, hasta que el 4 de abril de 1919, cuando se realizó en la localidad de Lucas González el tercer Congreso de Cooperativas de Entre Ríos, se aprobaron por unanimidad y en forma definitiva los estatutos de Federación de Cooperativas de Entre Ríos (Fedeco), que se constituyó como la primera organización cooperativa de segundo grado en el país. Si bien esta entidad tuvo una vida efímera, fue refundada en 1930, lo que dejó un saldo favorable porque desde ese momento las cooperativas rompieron su estado de aislamiento, al considerarse parte integrante de un proceso económico social que necesitaba del esfuerzo solidario. En la vanguardia, los cooperativistas entrerrianos sentaron las bases de la organización y funcionamiento del cooperativismo en nuestro país.

 

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