El presidente Javier Milei tiene previsto finalizar este jueves el discurso que brindará el sábado por la noche en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Según fuentes de la Casa Rosada consultadas por Ámbito, se espera que anuncie más de 30 proyectos.


A diferencia de la fallida ley Bases, estas iniciativas no serán propuestas de gran envergadura, sino que estarán enfocadas en “cuestiones específicas e importantes para la gestión”, según señalaron desde el Gobierno.

El eje del discurso de Javier Milei

El mandatario hablará durante aproximadamente 45 minutos y leerá un texto de unas 40 páginas. Su discurso se centrará en los logros de su gestión, destacando el equilibrio fiscal, la reducción de la inflación y la recuperación económica. Aunque no habrá un gran número de anuncios, aún se evalúan algunos puntos clave, como la posibilidad de una nueva convocatoria a la unidad nacional.

El año pasado, en su primer mensaje ante el Congreso, Milei llamó a los gobernadores a firmar el Pacto del 25 de Mayo y detalló la herencia recibida, además de las medidas implementadas en sus primeros meses de gobierno.

Desde el Ejecutivo se enviaron invitaciones a diversas personalidades para la ceremonia de apertura. En particular, unos 70 embajadores fueron convocados y contarán con dos palcos especiales dentro del Congreso.

La reacción de la oposición

Varios sectores opositores ya anticiparon que no asistirán. El presidente del bloque de senadores de Unión por la Patria, José Mayans, confirmó que su espacio no participará del evento, luego del fracaso de la sesión preparatoria en la que debían definirse las autoridades de la Cámara alta.

En la Cámara de Diputados, el peronismo aún debate su postura, aunque la mayoría de los legisladores que se pronunciaron hasta ahora se inclinan por acompañar la decisión de los senadores. También se espera que haya ausencias en los bloques de la Izquierda, Democracia para Siempre y Encuentro Federal.

La tensión no se limita a la oposición. En el PRO, la reciente designación por decreto de Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema generó malestar en algunos sectores del partido.