Desde la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), afirmaron su rechazo a la Cobertura Universal de Salud, política que desea implementar el Gobierno y “no es otra cosa que el aseguramiento que viene impulsando el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, advirtió a AIM la representante del sector en Santa Fe, María Fernanda Boriotti.
En diálogo con esta Agencia, Boriotti ratificó el rechazo de la Federación a la Cobertura Universal de Salud (CUS), y se manifestó “en defensa del sistema público”, ya que la medida estatal “no es otra cosa que el aseguramiento que viene impulsando el Banco mundial y la OMS.
Desde la OMS, establecen que el acceso universal y la cobertura universal de salud implican que todas las personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos, de calidad, determinados a nivel nacional, de acuerdo con las necesidades, así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en particular los grupos en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, muchas polémicas y desacuerdos se ciñen detrás de esta política que apunta a aplicar el Gobierno.
Según denuncias del sector sanitario, el sistema de salud público gratuito y universal, ideado por Ramón Carrillo y ejecutado por el peronismo a partir de 1946, sufrirá cambios enormes y quedará apenas restringirá a una canasta básica de prestaciones médicas.
El CUS es impulsado por Cambiemos desde el inicio del mandato de Mauricio Macri. "Los médicos sanitarias y los trabajadores de los hospitales públicos rechazan la iniciativa y aseguran que tras esa sigla se esconde un ajuste que determinará restricciones severas en el acceso al sistema público de salud y profundizará la inequidad", cuenta el advierten.
"Sucede que, a partir de la implementación del nuevo sistema de salud pública, las prestaciones que brindarán los hospitales, en principio, sólo se ceñirán al Programa Médico Obligatorio (PMO): cualquier afección que requiera un tratamiento por fuera de esa cobertura básica tendrá que ser autorizado especialmente o se deberá pagar", sostienen desde el ámbito sanitario, al tiempo que agregan que "la puesta en marcha del CUS es un maquillaje del sistema de salud que terminará en la privatización de muchos servicios de los hospitales provinciales que no podrán financiar su funcionamiento".
El programa es impulsado por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, según los profesionales de la salud que observan con preocupación su puesta en marcha, afectará a los usuarios de los hospitales públicos, pero también a los afiliados de las obras sociales y las prepagas ya que, se sacarán prestaciones del PMO. De esta manera, tratamientos que hasta hoy financiaban las entidades de salud sindicales o privadas deberán ser abonadas por los usuarios.
Con información de Tiempo.