Con motivo de cumplirse un año de la coordinadora Basta es Basta, organizaciones ambientalistas, gremios y partidos nucleados en la entidad se manifestaron esta tarde en Casa de Gobierno para reclamar que se respete el fallo que restringe la fumigación en zona de escuelas rurales y plantear alternativas de transición hacia la agroecología, supo AIM. Del acto participaron activistas de distintos puntos de la provincia, entre ellos, Concordia, Basavilbaso, Colonia Avigdor, Concepción del Uruguay, Nogoyá, Gualeguaychú, Gualeguay, Colón, San José y Paraná.
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Bajo la consigna de “rondar” en “este martes rebelde” se realizaron intervenciones artísticas, musicales, exposiciones de productos agroecológicos y la lectura de un documento.
En diálogo con esta Agencia, Victoria Richter, integrante de la Asociación por la Justicia Ambiental de Buenos Aires y Gualeguaychú y encargada del área de comunicación de la coordinadora, señaló que hoy las organizaciones se reunieron con el secretario de la Producción, Álvaro Gabás: “Allí se nos dijo que se iba a sacar un decreto para limitar las distancias establecidas en el fallo de restricción. Si bien nos prometieron que van a tomar una serie de medidas y nos van a hacer participes de ellas, por otro lado dijeron que van a avanzar con este decreto, lo cual es bastante contradictorio. No obstante estamos a la expectativa de cómo van a continuar las cosas y anticipamos que vamos a dar nuestra opinión”, dijo.
Desde el departamento Colón también se hicieron presentes integrantes de la asamblea de Colón y San José también se hicieron presentes representantes de la Asamblea Barrio Perucho. Una de sus integrantes, María Fernández Benetti, destacó que en esas localidades se trabaja “sobre la liberación del periurbano”. En este sentido, la activista reveló que esa zona ha entrado en “una instancia de transición, como un logro de nuestra asamblea”. Asimismo destacó que se lograron ordenanzas por las cuales, en un término de tres años, debe haber una “una transición de lo hortícola hacia la agroecología” ya que se trata de “una zona compuesta por pequeños productores” lo que la hace “un cordón de abastecimiento muy bueno” donde muchos vecinos “ya tienen sus propias huertas”.
También, desde Concordia, Facundo Scattone, referente de la Red de Comercio Justo Piri Hué (toldos de agua en idioma charrúa) destacó a AIM que se avanza en la coordinación con diversas organizaciones en torno de la llamada Asamblea de los Pueblos Libres a travès de distintas actividades. “Entre ellas, hicimos un carnaval popular con un carro fumigador para trabajar sobre la temática y, desde Basta es basta estamos haciendo diversas actividades como alternativas para frenar el agronegocio y proponer una transición hacia la agroecología”. Asimismo, Scattone destacó el fallo que restringe las fumigaciones en un radio de mil metros de las escuelas rurales.
Más presentes
Uno de los sindicatos que participó fue la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). El secretario general de la entidad, Marcelo Pagani, señaló a esta agencia que “Agmer ha sido parte de todo este proceso e incluso de la judicialización en la causa de las escuelas fumigadas”. Así también, Pagani indicó que el gremio partició activiamente en “el amparo y la fundamentación en el momento en que éste fue apelado ante el Superior Tribunal de Justicia”.
Por otra parte, Cristina Tejedor, representante del Grupo por una vida sin agrotóxicos de Concepción del Uruguay intervino en la marcha junto a un grupo muy numeroso, que pintó una bandera con la cara de Fabian Tomasi, uno de los emblemas de la concientización del peligro de los agrotóxicos. “También vamos a regalar trigo agroecologico de nuestra propia producción, ya que muchos de los que estamos en el grupo somos productores. Vinimos a invitar a todos a realizar esta actividad. Desde Concepción del Uruguay hacemos la llamada Ronda de los martes y hemos elaborado una biblioteca llamada Basquade! (en idioma charrúa significa levantarse, que reúne miles de trabajos de investigación, documentos, fallos y campamentos sanitarios, donde se prueba el daño que hacen los agrotóxicos”.
Según Tejedor, sólo la numeración del total de los títulos de esta biblioteca ocupa más de una resma. “Pretendemos que esto colabore para que la gente despierte y se de cuenta de que nos están matando y envenenando. Actualmente no hay quién niegue que los agrotóxicos hacen daño”, finalizó.