El exmandatario uruguayo brindó una entrevista en la que reflexionó acerca de la política argentina y aseguró que "la condena de la Argentina son el exceso de recursos naturales".
El expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica volvió a referirse este sábado a la realidad de la Argentina, lamentó la forma en que avanza la feroz interna del Frente de Todos, y consideró que "los argentinos llevan las diferencias a un grado de rispidez que se lastiman". "Para mí lo que precisan es un poco de paz y no se la pueden dar", reflexionó.
"Tienen todo y se pegan cada mamporro que Dios me libre. Se matan entre ustedes", sostuvo el referente de la centroizquierda latinoamericana en diálogo con Borroni cuenta nueva, el programa que conduce Fernando Borroni en La990.
En este sentido, Mujica señaló que las y los argentinos "llevan las diferencias a un grado de rispidez, de antagonismo que se lastiman y crean cuotas de subjetivismo muy fuerte".
El exmandatario oriental agregó que los argentinos “precisan un poco de paz y no se la pueden dar”. “Los quiero mucho a los argentinos, porque me siento un pedazo de esa realidad. Pero como nosotros somos distintos, más aldeanos, tratamos de que la sangre no llegue al río", manifestó. "A los argentinos les falta quererse un poco más", destacó.
En otro tramo de la entrevista, el exreferente tupamaro, que ocupó la Presidencia del Uruguay entre 2010 y 2015, opinó que "la condena de la Argentina son el exceso de recursos naturales".
"Los recursos naturales tan abundantes conspiran. ¿Qué tiene Japón? Un montón de piedras en el medio del océano y con eso han formado una cultura formidable y todo lo demás. Los latinoamericanos son países grandiosos", indicó.
Por otra parte, tras haber cumplido 87 años el pasado viernes, el exmandatario se definió como "un paisano con algunas lecturas, hijo de una generación que quería cambiar el mundo; tuvo algunos porrazos, pero ha tratado en lo posible de impulsar a unos cuantos gurises para que sigan luchando atrás del sueño de una humanidad un poco mejor".
"En el fondo la civilización es la solidaridad de generaciones, desde los que descubrieron el fuego y la rueda, hasta los que hoy investigan la vida de las moléculas. A todo eso que parece que le damos valor, no cayó del cielo", expresó.
Y concluyó: "Tratamos de intentar que quede algo para los que vienen después de nosotros".