El senador del Frente de Todos en uso de licencia, concluye su mandato en diciembre; está alejado de la vida política y no se sabe qué pasará con su espacio dentro de Tucumán; la Justicia porteña podría llamarlo a indagatoria;
Luego de haber sido denunciado por abuso sexual en 2019, y lejos de la vida política, el senador con uso de licencia, José Alperovich, le dedica una parte importante de su tiempo al análisis del expediente desde su residencia en la localidad de Yerba Buena, lindante a San Miguel del Tucumán

La última aparición pública la hizo para votar en las últimas elecciones generales, luego de recuperarse de una internación en terapia intensiva. “Cumplí con mi derecho y mi deber, la democracia es un pilar que sostiene y construye nuestro país. Que sea una gran jornada para todos”, escribió en Twitter.

El próximo 10 de diciembre concluye la licencia que solicitó por última vez en junio de este año. Con ello, perderá los fueros que lo mantuvieron protegido de su enfrentamiento con la justicia desde que en 2019 su sobrina segunda lo denunció por abuso sexual.

”Alperovich está alejado completamente de la política, dedicado a su familia y a su trabajo, a full con sus empresas. Y muy encima de la causa”, señaló su abogado defensor, Mariano Cúneo Libarona.

La presentación en su contra hecha por su sobrina y colaboradora, sumado a la presión social, lo obligó a solicitar desde el 25 de noviembre de 2019 cinco pedidos de licencia sin goce de haberes, el último coincidente con la finalización de su mandato en la cámara alta el próximo 9 de diciembre.

Hoy su hija, Sara Alperovich, es la única dirigente que defiende su sello político en la Legislatura provincial mediante un bloque unipersonal.

Además, es una de las pocas personas que defiende su figura en las redes sociales.