Los estudiantes de 4º y 5º año del Colegio Bilingüe San Antonio D-124 de Concordia orientaron su campamento estudiantil hacia una experiencia de voluntariado, enmarcada en un proyecto de aprendizaje y servicio. Los jóvenes trabajaron codo a codo con el movimiento solidario Akamasoa, inspirado en el modelo del sacerdote argentino Pedro Opeka.
"Estamos trabajando arduamente para potenciar el vínculo entre la escuela y la comunidad. El aprendizaje a través del servicio es importante para los estudiantes, ya que combina lo teórico con el trabajo en territorio en función de las necesidades reales del entorno. Estos jóvenes contribuyeron a la mejora del contexto social a través de acciones de voluntariado y generaron un impacto muy positivo", remarcó la directora de Educación Privada del Consejo General de Educación (CGE), Judith Trembecki.
Durante su estadía en el campamento solidario, los estudiantes entrerrianos participaron en diversas actividades, como el trabajo en huertas hidropónicas, la limpieza y nivelación de terrenos, el traslado de materiales para la construcción de un pozo y el lijado de hierros para estructuras metálicas.
El sacerdote Opeka, nominado al Premio Nobel de la Paz 2021, fue discípulo del Papa Francisco y es reconocido por su labor en favor de las personas que viven en condiciones extremas de pobreza. En 1989 fundó la Asociación Akamasoa, que significa buen amigo, y desde entonces ha ayudado a construir más de 4.000 viviendas de material para familias sin hogar.
En Argentina, Akamasoa tiene su sede en Lima en el partido de Zárate, donde se trabaja en la construcción de un barrio de cuatro hectáreas. Este proyecto incluye la creación de viviendas, escuelas de todos los niveles, centros de salud, espacios laborales y todo lo necesario para brindar a las familias un entorno digno en una región caracterizada por altos índices de pobreza. El campamento se enmarca dentro de la iniciativa e invita a estudiantes de distintos puntos del país a colaborar y sumarse.
Los directivos de la institución destacaron la forma en que los estudiantes se adaptaron con entusiasmo y alegría a los desafíos planteados."Soñamos con un país donde nuestros estudiantes sean partícipes voluntarios, realizando obras como estas", expresaron desde la institución. Agradecieron también el valioso acompañamiento de las familias, quienes fueron parte activa, así como el compromiso de los docentes que, con dedicación guiaron a los estudiantes a lo largo de esta experiencia solidaria.