En 1944, en el paraíso turístico de Bretton Woods, se confirmó que estaban en gestación los hermanos gemelos que la humanidad necesitaba.
Uno iba a llamarse Fondo Monetario Internacional y el otro, Banco Mundial.
Como Rómulo y Remo, los gemelos fueron amamantados por la loba, y en la ciudad de Washington, cerquita de la Casa Blanca, encontraron residencia.
Desde entonces, los dos gobiernan a los gobiernos del mundo. En países donde han sido votados por nadie, los gemelos imponen el deber de obediencia como fatalidad del destino: vigilan, amenazan, castigan, toman examen:
—¿Te has portado bien? ¿Has hecho los deberes?
Capítulo para el 23 de julio del libro Los hijos de los días de Eduardo Galeano.-