El 22 de enero de 1982, la dictadura militar de Augusto Pinochet envenenó al expresidente chileno Eduardo Frei Montalva, cuando estaba internado en una clínica, con mostaza sulfúrica y talio.
Frei fue envenenado durante su internación en una clínica de Santiago a causa de una sencilla operación de hernia de hiato. El veneno aplicado en compresas le causó una infección que lo mató, según el ex represor chileno Andrés Valenzuela, miembro de la dictadura de Pinochet.
Frei fue un presidente conservador de Chile, miembro de una familia de la oligarquía. Apoyó en los comienzos de la dictadura de Pinochet con la expectativa de un rápido regreso a la democracia. Como en lugar de eso se consolidó una dictadura personal sin plazos, se convirtió en un opositor a Pinochet, lo que habría sido motivo del envenenamiento.