El médico infectólogo Eduardo López, integrante del comité que asesora al ministerio de Salud en las estrategias frente al Covid-19, afirmó que el aumento de casos de coronavirus en Argentina "era algo anunciado" dadas las codiciones habitacionales en el área metropolitana de Buenos Aires (Amba).

El Amba es la principal zona afectada del país por estos días y para López la suba de los casos de Covid-19 "era algo anunciado" después de que aparcieran "casos en los barrios populares, con condiciones de hacinamiento".

Cuando se va a testear a un inquilinato de la Ciudad de Buenos Aires, explió López a Radio Nacional, "hay 20 o 30 personas que comparten un baño y una cocina", lo que dificulta mantener la distancia social y las condiciones de higiene (como el lavado de manosfrecuente), claves para evitar el contagio del nuevo coronavirus.

De hecho, en conexión con el concepto de distancia social el especialista afirmó que "más que el tema de los runners, el tema del transporte público donde viajan apiñados" y donde "aparecen superpropagadores del virus" dado que una persona puede contagiar a muchas en un sólo viaje.

López, que es jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, afirmó que contribuye a la situación que "acá la media de edad es 34 años, en otros países es de 50. Hay que mirar el porcentaje de camas (ocupadas) de terapia (intensiva), en la Ciudad está en 30 a 40%", señaló.

El especialista es uno de los defensores de la aplicación temprana del aislamiento social como estrategia de contención del Covid-19 por lo que aseguró que el sistema de salud "hubiera colapsado a fines de abril" de no haberse tomado tal decisión y criticó a los "neoliberales" que comparan el desarollo de la pandemia de coronavirus en Argentina con el de Europa porque allí "no hay barrios populares".

"Conozco Europa y también tengo parientes en Nueva Zelanda, y no hay esos conglomerados como los nuestros. Los tiene Chile, los tiene Colombia", apuntó López.

"Es verdad que la cuarentena se alargó en el tiempo, pero no hay ninguna organización internacional de salud que indica un protocolo distinto al aislamiento, la cuarentena y los testeos. Yo sería cauto en poner la fase 1 pero tampoco pasaría a ninguna otra fase ni en la Ciudad, ni en el Gran Buenos Aires, ni en Chaco. Esperaría 10 días a ver cómo viene el impacto", añadió.

Respecto del anuncio de un nuevo test para diagnóstico, opinó que se "puede tener muy buena técnica, pero la clave es la producción" ya que se debería "estar en ocho mil test por día y en 30 días con una cifra interesante de 210.000 kits".