El economista ultracapitalista Javier Milei, dijo que el "Gordo" Luis Valor, ladrón de bancos que recuperó la libertad tras cumplir su condena, es menos delincuente que el Estado que cobra impuestos.
Milei se consideró "liberal libertario" con tendencia a la anarquía, ideal todavía imposible para él porque no hay condiciones, por lo que por ahora pretende mantener la justicia y la seguridad en manos del Estado.
"Minarquista de corto plazo y a la larga anarcocapitalista", se definió. Pero su temperamento efervescente, algo inestable y con tenencia a la ira e incluso a la explosión, se evidenció al definir el Estado al modo de los viejos anarquistas, que no necesitaban dar un rodeo capitalista para afirmarse en sus convicciones.
"Veo al Estado como el enemigo, para mí "el Estado presente" es el pedófilo en el jardín de infantes", dijo.
Puso etiquetas en la frente de varios economistas argentinos. Según él, Kiciloff es keynesiano marxista o postkeynesiano; Dujovone keynesiano "modelo Ford T", muy precario igual que Prat Gay, y Cavallo un keynesiano razonable.
Dijo que el Estado ejerce violencia cuando se mete en las transacciones privadas y genera mucho daño. "El cobro de impuestos es un robo. Ejemplifico: si viene un vecino y nos pide la mitad de los ingresos, nos negamos; si viene al otro día con un papel firmado y pide lo mismo también nos negamos; pero si viene con un patotero gigante y te pide la mitad de los ingresos hay que dárselos. Aseguró que un ladrón vulgar es ética y moralmente superior a los políticos. El ladrón corre el riesgo pero el cobrador de impuestos se ampara en el monopolio de la fuerza que tiene el Estado. Invitó a hacer la cuenta de cuánto nos robaron los ladrones el año pasado y cuánto nos robó el Estado. Para terminar: "El estado es el mal y el que cobra impuestos es su brazo armado".