La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé un impacto negativo en la producción y suministro de alimentos que se agravará con el tiempo si la crisis por la pandemia de coronavirus continúa. Las normas sanitarias en las industrias alimenticias podrían ralentizar la producción, además de una caída en la demanda de productos debido a la capacidad de gasto de las personas.
"Nos enfrentamos a una crisis alimentaria inminente, a menos que se adopten con rapidez medidas para proteger a los más vulnerables, mantener operativas las cadenas mundiales de suministro de alimentos y mitigar los efectos de la pandemia en todo el sistema alimentario", dice el artículo de la FAO.
Según el organismo, el suministro se verá interrumpido debido al impacto de la enfermedad por el virus, lo que afectará la vida y el bienestar de las personas, pero también a los esfuerzos de contención que restringen la movilidad.
Además, hace hincapié en que la caída en la demanda de productos se deberá al aumento de la incertidumbre, el incremento del comportamiento cauteloso, los esfuerzos de contención y el aumento de los costos financieros, lo que reducirá la capacidad de gasto de las personas.
Las cadenas de suministro de alimentos trabajan en una compleja red que implica a productores de insumos agrícolas, transporte, plantas de procesado y transporte marítimo, dice el trabajo.
Es por eso que "el bloqueo de las rutas de transporte es particularmente perjudicial para la distribución de los alimentos frescos, lo que puede dar lugar también a un aumento de los niveles de pérdida y desperdicio de alimentos por la imposibilidad de moverlos de un lugar a otro". Vale recordar que en varias provincias argentinas los municipios pusieron trabas que dificultan el transporte de cargas.
Los efectos y resultados de la crisis económica del coronavirus se verían a partir de abril y mayo con interrupciones en las cadenas de suministro alimentaria, alerta.
"No se prevén subidas bruscas de precios en los principales productos básicos en los que hay suministros, existencias y la producción es intensiva en capital, pero son más probables en el caso de los productos básicos de alto valor, sobre todo la carne a muy corto plazo y los productos básicos perecederos", sostiene el organismo.
"Las medidas de cuarentena impiden el acceso de los agricultores a los mercados, frenando su capacidad productiva y obstaculizando la venta de sus productos. La escasez de mano de obra podría afectar a la producción y elaboración de alimentos, en particular en el caso de los cultivos intensivos en mano de obra", aseguran.
De igual forma, afirma que, por ahora, las interrupciones son mínimas, ya que el suministro de alimentos ha sido adecuado y los mercados han permanecido estables hasta el momento. "Las reservas mundiales de cereales se encuentran en niveles holgados y las perspectivas para el trigo y otros cultivos básicos importantes para 2020 son positivas", indica.
Entre las recomendaciones que propone la FAO está que los gobiernos garanticen el abastecimiento de productos alimentarios inmediatos de las poblaciones más vulnerables con programas de protección social. Ampliar el apoyo nutricional, apoyar la gestión y la prevención de la subalimentación, aconseja.
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