“La primer mujer ferroviaria” es un cortometraje que relata la historia de Juana Bernard, quien con 20 años, trabaja en los talleres del ferrocarril en Basavilbaso. Su realizadora, Marlene Aldaz, en diálogo con AIM, señaló: “Trabajar en un taller era y sigue siendo desde muchos aspectos un trabajo súper masculinizado; que hoy una mujer desarrolle sus tareas en ese lugar en el ferrocarril es un logro y algo para destacar”.

En Basavilbaso, la ciudad del riel, el ferrocarril no es un vestigio del pasado, sino parte viva y dinamizadora de su presente y futuro. La estación y el museo son referentes innegable de los habitantes de la localidad: su historia está en esos andenes, sus vidas corrieron por esas vías y, por más que el tren de pasajeros dejó de pasar por allí hace ya muchos años; la bocina del tren de cargas es señal de que la comunidad sigue ligado a la historia que le dio origen.

Basso y el ferrocarril están inquebrantablemente unidos, así lo señaló a esta Agencia, Marlene Aldaz, locutora y periodista feminista: “No había una fecha que indique la fundación del pueblo; el 30 de junio, fecha en que celebramos nuestro aniversario, tiene que ver con el paso del primer tren por esta zona” en 1887. Nacida a la vera de la estación ferroviaria Gobernador Basavilbaso, la localidad se fue construyendo con el asentamiento de diferentes grupos de inmigrantes.

Para los basavilbaenses, el tren de cargas y el taller ferroviario, demuestran que esa ligazón sigue en marcha. “Siempre el ferrocarril nos toca en alguna medida, en mi caso mi abuelo fue ferroviario. A todos acá en Basso nos une y nos atraviesa el ferrocarril”, expresó Marlene.

En su rol de periodista feminista, destacando el trabajo de las mujeres y disidencias, hubo un hecho muy significativo. “Enterarme que en la ciudad había comenzado a trabajar la primer mujer en el ferrocarril fue una noticia que no quería que pasara desapercibido”.

“Es muy importante que en taller ferroviario de la ciudad trabaje una mujer, una joven, porque Juana Bernard tiene 20 años”, afirmó Aldaz, quien es la realizadora del cortometraje “La primera ferroviaria”. “Con el transcurso del tiempo, después de la salida del documental, y por distintos testimonios pude saber que mucho tiempo atrás trabajaron mujeres en el ferrocarril en la parte administrativa; entonces, lo de Juana es distinto, porque trabajar en un taller era y sigue siendo desde muchos aspectos y casos un trabajo súper masculinizado, entonces que hoy una mujer desarrolle sus tareas en ese lugar en el ferrocarril es un logro y es algo para destacar”, además, “a partir de la salida del documental, se instaló este tema de la mujer y el ferrocarril, porque antes era muy poca la gente que hablaba de aquellas mujeres que fueron oficinistas”.

Esta producción audiovisual fue resultado de los talleres teóricos-prácticos que estuvieron a cargo de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (Araer) y formaron parte de la propuesta “Soy de Entre Ríos”, organizada por la Vicegobernación y el Senado de la provincia de Entre Ríos. Allí, se visibiliza la incorporación de la mujer ferroviaria en la localidad a través de la historia de su protagonista, Juana Bernard, joven egresada de la escuela técnica “Doctor José B. Zubiaur”, que se incorporó como trabajadora del riel, hecho sin precedentes en la historia ferroviaria del lugar: acceder a un lugar que hasta entonces solo era desempeñado por hombres.

“De mi familia soy la primera que está trabajando en el ferrocarril. El día que entré a trabajar entraron dos chicas más, una en Monte Caseros y otra en Concordia”, relata en el corto Juana, “estaban contentos en todos lados porque era un avance. Cuando voy o cuando vengo, desde que empecé hasta ahora, siempre me cruzo gente que se me queda mirando porque ando con la ropa del trabajo y por ahí les impacta ver una mujer trabajando acá adentro”.

La vida de Basavilbaso lleva el sello indeleble de las paralelas de acero: “Aún hoy, pese a que no pasa el tren de pasajeros, algo que fue tan importante en aquella época dorada en cuanto a lo económico, lo social, sigue teniendo un rol protagónico porque hoy, así como Juana, hay muchos otros trabajadores jóvenes ferroviarios que siguen una tradición familiar, porque sus abuelos, sus padres y ellos ahora siguen con esa historia ligada al ferrocarril. Aún hoy, pese a que no es lo mismo, pese a que sólo está limitado al transporte de carga, el ferrocarril sigue dando trabajo en la ciudad del riel. Son muchísimos los jóvenes que, tanto acá en la ciudad como en distintas partes de la provincia y de la Argentina siguen ligados al ferrocarril y con esta tradición de seguir siendo familia ferroviaria”.

Sobre la música del documental, señaló Aldaz, “es de dos artistas basavilbasenses, cuando decidí hacer el guión sobre esta historia que tanto tiene que ver con la entrerrianía, automáticamente pensé en la canción “rieles”, que tiene letra y música de dos jóvenes compositores de la ciudad, Federico Garnier y Kike Butala. La canción habla de esta historia ferroviaria y también pinta mucho el paisaje de Basavilbaso”.

“Hoy escuchar la bocina del tren ingresando o saliendo de la ciudad es movilizante. Tengo 35 años, soy nacida y criada acá, y para mí sigue siendo súper emocionante; ni hablar si vas en el auto, en bici, caminando y estás cerca de un paso a nivel, se bajan las barreras y ves pasar un tren. Es un sentimiento compartido esa emoción de que siga pasando el tren, que sigamos escuchando la bocina, que siga habiendo ese movimiento y esa incorporación de jóvenes al ferrocarril y seguir con esa tradición familiar”.