“La peña de poesía se hace con lo que todos y todas traemos para compartir. Es un encuentro para contarse historias alrededor de un fuego. Disponemos de un micrófono, buena luz para que los que nos cuesta podamos leer bien, y lo más importante: la atención y el respeto de todos y todas”, indicó a AIM Nicolás Rigaudi, uno de los organizadores de la quinta Peña de Poesía: “Venir a la quinta vale la peña”. La actividad será este viernes 1 de marzo, desde las 20:30, en Chavela Casa Espacio (Misiones 448). Habrá micrófono abierto y lecturas a granel. Acompañarán la noche con sus músicas Alfredo Arce, César Farías y Valentín Cosso.

Esta es la quinta edición de la peña de poesía, que “surgió como una forma de festejar mi cumpleaños, en octubre de 2022, pero con todo lo hermoso que se generó esa noche, entre muchas de las personas presentes coincidimos en que había que hacer muchas más. Porque si bien el punto de partida era un cumpleaños, fue también un evento abierto. Vino mucha gente con la que no nos conocíamos, y lo que se produjo ahí, escuchándonos y leyendo entre todos, fue algo verdaderamente movilizador: un hallazgo, una serendipia”, dijo Rigaudi, escritor, periodista y poeta.

Si bien la peña no tiene una periodicidad estricta “con quienes pensamos y organizamos, en algún momento nos propusimos hacer una, al menos, por estación del año. Lo respetamos bastante, pero siempre hay dificultad para encontrar la fecha que sea más conveniente”. Para alegría de los convidados, cuando el encuentro sucede lo es por “el deseo y la intuición, o para decirlo en términos más clásicos, por alguna manifestación de las musas”.

La peña es una invitación “a todas las personas que se sientan convocadas por la poesía, tanto sea para escribir, leer aquello que más les gusta o, simplemente, escuchar”, agregó Rigaudi, y contó que hasta ahora leyeron más de 20 personas en cada edición; donde se suman también para acompañar la noche música en vivo y hasta proyecciones de fotografía.

“La peña de poesía se hace con lo que todos y todas traemos para compartir. Es, en resumidas cuentas, un encuentro para contarse historias alrededor de un fuego. Disponemos de un micrófono, buena luz para que los que nos cuesta podamos leer bien, y lo más importante: el la atención y el respeto de todos y todas”.

Además, destacó “la maravillosa atención de Chavela Casa Espacio, que abre ese patio generoso, cálido; que cocina cosas deliciosas para cada edición, y nos brinda siempre su entusiasmo y compromiso con la cultura”.

No solo se trata de poesía
En el marco de las lecturas, “no solo se trata de poesía; hay gente que ha traído relatos o narraciones”, agregó, y aclaró que la propuesta no es cerrada para las personas que escriben. “Muchos y muchas llevamos poemas o fragmentos de relatos de autores y autoras que nos gustan o nos interpelan, o tienen algo para decir sobre lo que estamos viviendo y sintiendo como comunidad”.

Es que “si algo nos ha demostrado la experiencia de la peña de poesía es la certeza de aquella frase de Baruch Espinoza que dice ´nadie sabe lo que puede un cuerpo´. Bueno, nadie sabe lo que puede la poesía, quiénes se pueden sentir convocados, convocadas, y disfrutar del encuentro que se genera en la peña. En cada edición nos conocemos con personas y cada una de ellas trae una historia distinta, hermosa, en relación a la poesía. Algunas personas, obviamente escriben, tienen libros publicados; otras escriben solamente para sí, para su intimidad, y se sienten tan cómodas en la peña que se animan a leer sus escritos por primera vez”.

En relación a lo que florece en cada peña, Rigaudi reflexionó: “Todo esto me ha llevado a preguntarme ¿quién, de alguna manera u otra, no está empapado por la poesía o, en general, por la literatura? Desde las canciones que nos cantaban para dormirnos cuando éramos chicos, los primeros cuentos, y hasta las fábulas populares son formas de la literatura y, en alguna medida, de la poesía. Somos, como dicen varios estudiosos, seres literarios. Estamos hechos de historias: familiares, personales, colectivas, de una historia como Nación, etc. Y todo ello aflora en las peñas de poesía, de distintos modos emerge en cada lectura. Es una oportunidad para sondear las palabras de las que estamos hechos”.

Pensar en poesía, hacer la poesía, por qué poesía
Al indagar sobre el motor de la pasión por las letras y sus formas, Rigaudi expresó: “tratar de definir la poesía sería de una petulancia bochornosa para mí. No sé si es posible definirla. Además, no soy un estudioso. Leo poesía y leo sobre poesía, pero no soy un especialista. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo me convenzo más de que la poesía es, antes que nada, un camino para sondear el misterio estético, una forma de atravesar la pregunta sobre la belleza y aquello que nos trasciende. También tiene que ver con la comunidad”.

Es que la poesía, agregó, es una de las primeras formas de transmitir historias, sucesos, mitos, leyendas e identidad. “Y, por sobre todo, es una experiencia capaz de desatar las ataduras del lenguaje, que no es menor, porque en el modo en el que nos relacionamos con el lenguaje, cómo lo utilizamos, para qué, se cifran las posibilidades de sentir y de pensar, las oportunidades de transformar el mundo requieren de otros modos posibles de decir/pensar lo que experimentamos”.

Finalmente, concluyó: “Ahí está la poesía, que permea también en las demás disciplinas artísticas, para emanciparnos, para volver a sentir que no somos “capital humano”, “casta” o “argentinos de bien” o seguidores de una cuenta en redes sociales; sino que somos seres humanos, personas, trabajadores, pueblo. La poesía, creo, viene a brindarnos la verdadera noción de libertad, que con tanto encono quieren borrar actualmente desde el poder más represivo y conservador que hayamos experimentado en democracia”.