Los padres de la iglesia cristiana primitiva no tenían opiniones coincidentes ni seguras respecto de las mujeres. Algunos, como Juan Crisóstomo, remarcan la misión de la esposa como instructora y fortalecedora del marido, más expuesto que ella a los rigores y tentaciones del mundo fuera del hogar. Otro recuerda que Eva fue engañada por el demonio, dueño de una astucia sobrehumana; pero Adán fue engañado por Eva, un débil ser humano.

Luego aparecieron en aquella cristiandad algunas herejías que permitían a las mujeres funciones que la ortodoxia incipiente les negaba. Por ejemplo el montanismo: a mediados del siglo II, un teólogo de Frigia llamado Montano anunció la inminente segunda venida de Cristo, y dos mujeres que lo acompañaban, Prisca y Maximila, profetizaron el fin del mundo con él, cuando no era bien visto que las mujeres profetizaran.

A principios del siglo II, el bereber Tertuliano, autor del heroico "creo porque es absurdo" retorció su mente también en otro sentido: "Tú eres la puerta del diablo... Tú eres la primera que ha desertado de las leyes divinas. Con demasiada facilidad has destruido la imagen de Dios, Eva. Porque merecías la muerte, era el hijo de Dios quien tenía que morir"

Más directo, el traductor al latín de la Biblia griega "Septuaginta", san Jerónimo, opinaba sencillamente que la mujer es la raíz de todos los males. De una lectura prolija de la Biblia dedujo que la virginidad es natural porque Eva era virgen en el paraíso; el matrimonio es sin duda posterior a la caída.

Que hay que desconfiar de las profetisas da fe otro padre, Firmiliano, que cuenta cómo una mujer por engaño del demonio fingió santificar el pan y ofreció un sacrificio endemoniado a dios. La conclusión era que las mujeres no debían profetizar.

La superioridad masculina debía estar segura para Juan Crisóstomo, que a pesar de considerar "grandes personajes" a las mujeres de la Biblia, "en ningún caso superaron a los hombres, sino que ocuparon el segundo lugar"

La docencia no es para mujeres según Crisóstomo: "La mujer enseñó una vez y arruinó todo. Por eso, que no enseñe".

Más o menos en los mismos tiempos que los padres cristianos, Vatsiaiana redactó el Kama Sutra en la India, un tratado de prácticas sexuales cuya finalidad era conseguir el dominio sobre sí mismo y también evitar crueldades sobre las mujeres.

El Kama-sutra menciona que el rey Satakarni Satavajana mató a su esposa, Malaievati, con un instrumento llamado kartari en el momento de tener relaciones sexuales. Vatsiaiana cita este caso para advertir a los hombres del peligro que surge de las antiguas costumbres hindúes de lastimar a la mujer bajo la influencia de la pasión.

Contra lo que podríamos suponer Vatsiaiana fue un estudiante religioso cuya única finalidad era alcanzar la unión con la deidad mediante la contemplación unitendente.

Al final del Kama Sutra, Vatsiaiana da alguna noticia de sí mismo: "Después de leer y considerar los trabajos de Babhravia y otros autores anteriores, y pensando en el significado de las reglas que se presentan en ellos, este tratado fue compuesto de acuerdo con los preceptos por Vatsiaiana, mientras llevaba vida de estudiante religioso célibe en Benarés y completamente dedicado a la contemplación de la deidad.

Este texto no se debe usar meramente como instrumento para satisfacer los deseos. Una persona conocedora de los verdaderos principios de este conocimiento, que preserva su dharma [ley propia, virtud o mérito], su artha [riqueza material]y su kama [placer sexual]y que tiene cuidado con las costumbres de las personas, seguramente obtendrá el control sobre sus sentidos. Es decir, un hombre inteligente y conocedor que cuide tanto dharma como artha y kama, que no se vuelva esclavo de sus pasiones, obtendrá el éxito en todo lo que quiera hacer.

Frente a la serenidad y al equilibrio intelectual de Vatsiaiana, frente al valor que reconoce al control de los sentidos, los padres cristianos parecen tumultuosos y pasionales, polémicos y dados a la condenación y a la alabanza fáciles.

Se supone que Vatsiaiana vivió entre el siglo I y el VI d. C. por dos razones: El astrónomo Varaja Mijira, en el capítulo 18 de su Brijat-samjita, trata acerca del arte del amor y parece haber copiado textos del Kama-sutra. Se cree que Varaja Mijira vivió durante el siglo VI.

Vatsiaiana era hijo de un brahman erudito. Se supone que su nombre real era Malli Naga o Mrillanaga, y Vatsiaiana su nombre de familia.

La finalidad del Kama Sutra es dominar las pasiones de modo que dejen de ser un obstáculo en el camino a la liberación. No se trata de luchar contra las pasiones al modo del teólogo alejandrino Orígenes, que se castró para liberarse de ellas, sino de armonizarlas racionalmente en la personalidad.

De la misma manera, el yoga es un medio de evitar que el cuerpo, considerado como un vehículo transitorio sin realidad esencial, se interponga como obstáculo en el mismo camino.

Vatsiaiana expone ocho maneras básicas de hacer el amor y 8 posiciones principales. El Kama Sutra tiene entonces un total de 64 "artes", nombre que da el autor a la combinación de una manera de hacer el amor con una posición.

El capítulo que enumera las múltiples artes es el más conocido, y es un error confundirlo con el Kama sutra cuando en realidad es sólo una parte de él. Hacer el amor es el arte de jugar el uno con el otro, descubrir cuáles son los puntos más sensibles de la pareja con la finalidad de que sienta placer y siempre tenga en cuenta cuál es la diferencia entre ambos.

El resto del libro ofrece consejos sobre cómo ser un buen ciudadano y muestra algunas ideas sobre las relaciones entre hombres y mujeres. El Kama sutra define el sexo como una "unión divina".

El sexo no era entonces por sí mismo fuera algo "malo", pero practicarlo de manera frívola sí era malo. El Kama sutra puede considerarse una guía técnica para el disfrute sexual, según el nivel de consciencia que haya alcanzado quien lo lea y siga sus enseñanzas.
De la Redacción de AIM