Carmen de Patagones (cabecera del partido de Patagones) es la localidad más austral de la provincia de Buenos Aires; se encuentra sobre la margen izquierda del río Negro, frente a la ciudad de Viedma (capital de la provincia de Río Negro); ambas conforman la llamada "Comarca de Viedma-Patagones", distante unos 30 kilómetros de la desembocadura del río Negro en las costas del océano Atlántico. Por Ladislao Fermín Uzín Olleros.

Fue en ese lejano enclave, ya en tierra patagónica, donde se desarrolló una confrontación de ribetes homéricos durante la llamada Guerra del Brasil (1825-1828), que enfrentó a las Provincias Unidas contra el Imperio del Brasil, con el triunfo de los criollos que aparejaría –entre otras consecuencias- el remate de la Provincia Cisplatina (actual República Oriental del Uruguay, 1817-1828), cuando fuera ocupada por fuerzas imperiales luso-brasileñas, ya que la Corte de Portugal (Casa de Braganza) se había trasladado a Rio de Janeiro para preservar la corona ante la invasión napoleónica de la península ibérica (1807), extendiendo sus dominios hasta las aguas del Río de la Plata, incorporando el territorio oriental al imperio luso-brasileño luego de la Batalla de Tacuarembó (22 de enero de 1820).-

El almirante Pinto Guedes (oriundo de Gradiz, Portugal) trazó un plan para atacar el fuerte de Carmen de Patagones, tomar la ciudad y generar un segundo frente para luego atacar a Buenos Aires; se conformó una fuerza naval con cuatro embarcaciones y una tropa de alrededor de 600 efectivos, que ingresó al río Negro a finales de marzo de 1827.

Luego de superar una batería emplazada en las alturas de la margen izquierda del río, ante la varadura de una de las naves, se decidió desembarcar e iniciar el ataque por tierra en la madrugada del 7 de marzo, debiendo hacerlo por terreno hostil y sin contar con baqueanos que conocieran el terreno.- Los criollos contaban con una centena de infantes acantonados en el fuerte; se sumaron jinetes gauchos, corsarios y la población local, que se dispusieron a enfrentar al invasor. Lo hicieron con una carga de caballería (de allí el nombre de Cerro de la Caballada) al que prontamente derrotaron con la participación de un cerco de guerrillas, obligando a los invasores a retirarse hacia sus barcos que ya habían sido tomados por los criollos; esas naves capturadas pasaron a engrosar la flota naval de combate que estaba al mando del almirante Guillermo Brown. La corbeta brasileña "Itaparica" fue hundida frente a Carmen de Patagones y sus restos aún permanecen en el fondo del río. Dos de las banderas capturadas a los invasores se encuentran exhibidas como trofeos de guerra en la iglesia de Carmen de Patagones. Hubo intentos de devolverlas al gobierno del Brasil pero los maragatos (gentilicio con el que se conocen a los primitivos habitantes de Carmen de Patagones, oriundos de una comarca de la provincia de León, España) se opusieron en forma terminante, por lo que ambas banderas continúan emplazadas en las paredes de la iglesia, frente a la plaza principal.-

El combate del Cerro de la Caballada y los episodios inmediatos que lo rodearon, junto a las batallas de Ituzaingó y naval de Juncal, constituyen hitos bélicos trascendentes de la Guerra del Brasil que concluyeron con el triunfo de los criollos sobre el imperio invasor. Esa proeza heroica de un pueblo que combatió con fiereza y triunfó sobre un enemigo superior en tropas y armamento, es un episodio eminente de las luchas por nuestra libertad. Ese suceso es ignorado por la historia, sólo recordado por los comarcanos que lo reivindican cada 7 de marzo, pero debe ser divulgado con plétora e instalado en los planes de estudio por estremecer en nuestras más caras tradiciones patriotas.