La mayoría de los gobernadores firmaron con el gobierno nacional, hoy 9 de Julio en Tucumán, el llamado "Pacto de Mayo", que no fue posible el 25 de Mayo en Córdoba, como había adelantado el presidente Javier Milei.

El documento tiene 11 puntos que ratifican el decreto de necesidad y urgencia, documento inicial de este gobierno, que no aprobó el senado pero que sigue vigente por no haber tenido tratamiento en diputados.

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) ratificado por el Pacto de Mayo que se vino a firmar en julio merece atención, porque alinea a nuestro país con la Otán, proceso que ha había iniciado Carlos Menem como "aliado extra Otán" y que derivó posiblemente entre otras cosas en la explosión de la fábrica de armas de Río Tercero y en atentados terroristas contra establecimientos locales de la colectividad judía.

El actual gobierno ratificó su militancia junto al sionismo por la actitud exaltada del presidente dentro de la secta judaica cuya guía fue el rebe Lubavitch, el rabino Menachem Mendel Schneerson. Milei visitó en Nueva York la tumba de Lubavitch y su suegro poco después de asumir en diciembre pasado y antes de que la policía neoyorquina allanara la sede de la secta y pusiera en fuga por los túneles y las calles a sus miembros.

Por otra parte, el gobierno argentino ha rechazado incorporar el país a los Brics, ha preferido a Bolsonaro en lugar del presidente Lula de Brasil, a Yanine Añez en lugar de las autoridades bolivianas que sufrieron otro intento de golpe y Milei ha reverenciado a Trump en los Estados Unidos.

Además, no ha dejado dudas de su apoyo al ex presidente de Ucrania, Volodomir Zelensky, aún en el cargo, y anunció el envío de tanques y aviones argentinos a la guerra
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Argentina se ha metido de lleno en un escenario bélico global, sin medir posiblemente las consecuencias de un acto semejante, que contraría la posición tradicional de la diplomacia argentina.

El gobierno está tratando de devolver a las fuerzas armadas la función que perdieron después del "Proceso de Reorganización Nacional", que debieron abandonar sin gloria después de la derrota militar de las islas Malvinas.

A las cláusulas del DNU, el Pacto de Mayo agrega otra, de neto corte corporativo. Propone que las entidades empresarias, sindicales y otras formen un gobierno que soslaye al congreso y que determine las prioridades políticas y económicas del país.

El olor a Benito Mussolini y a Francisco Franco Bahamondes que emana del pacto de Mayo es inconfundible, y es muy notable que lo trate de imponer un gobierno "libertario", con la colaboración de gobernadores atentos solo a su medro y a su estabilidad en la silla.

Mussolini tomó la idea de la organización de la producción en las ciudades estado italianas al finalizar la edad media, que fue eliminada por la revolución francesa.

En nuestro país un intento rápidamente frustrado de corporativismo fue la revolución del 30, que no alcanzó a imponer las ideas del presidente de facto José Félix Uriburu. Luego hubo otro intento con el presidente Onganía, que se iba a experimentar en Córdoba, pero el estallido del "Cordobazo" terminó con el intento y con el propio Onganía.

Como dijo en los comienzos de nuestro país Mariano Moreno, tomando inspiración en Rousseau: "Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad; y este cántico maquinal es muy compatible con las cadenas y opresión de los que lo entonan". Eso se dijo en 1810. Y a eso, en 2024, se le suma un "carajo" final estentóreo que sirve para animar al coro.
De la Redacción de AIM.