“Este año, por primera vez voy a disfrutar de un sencillo arbolito en mi casa propia”, contó a AIM Mabel Alcorta, quien vivía en la zona de barrio Libertad de Paraná y “con mucho esfuerzo” logró terminar su casa propia en las afueras de Paraná: “siento una emoción muy grande de poder compartir este momento con mi familia, nos llevó muchísimo trabajo y tiempo: es un sueño cumplido”.

En diálogo con esta Agencia, Mabel contó a AIM que durante toda su vida vivió junto a su familia en una vivienda en el barrio Libertad de la capital entrerriana y en una oportunidad pudo comprar un terreno en la zona comprendida entre la localidad de Oro Verde y Colonia Ensayo, con un dinero que tenía ahorrado.

“El terrenito tenía un precio muy bajo, porque nadie estaba habituado a esa zona, nosotros teníamos un poco de dinero ahorrado, sacamos un crédito y de a poquito lo fuimos pagando”, detalló.

“Mi marido es albañil y comenzó con la construcción de un baño en medio del terreno, después nos fuimos imaginando cómo sería el resto de la casa y llegamos hasta hacer un quincho bastante amplio”, detalló.

“Cuando terminamos con esa parte, nos mudamos para habitarla y poco a poco le fuimos poniendo lo necesario para transformarla en un hogar”, recordó.

La primera Navidad sin el barrio
“Es la primera vez que voy a poder armar un arbolito lindo en mi casa propia y eso me llena de felicidad”, expresó y añadió que este 8 de diciembre le dedicó gran parte del feriado “a preparar el arbolito y buscar el espacio en donde se viera mejor”.

“Lo hicimos después de desayunar, porque para nosotros significa un ritual muy importante, algo que simboliza la unión de nuestra familia y que con esfuerzo todo es posible”, relató.

No obstante, agregó: “no me olvido de mi querido barrio Libertad, que me vió nacer y a mi marido. Allá las personas pasan muchas necesidades y me encantaría que cada casita y ranchito pudiesen contar con su árbol”, dijo.

“Este año vi que armaron uno con botellas al costado de las vías del tren, es bastante alto y a los nenes y nenas les encanta; todos esperan su regalito con alegría”, remarcó.

“Para nosotros esta Navidad será distinta, pero para las familias que no pueden progresar en el barrio las condiciones siguen siendo muy precarias, les es difícil alquilar, algunas casillas no tienen baño y se vuelan con las tormentas”, puntualizó.

“Hay mucha gente que trabaja todos los días para salir adelante, poder mandar los chicos a la escuela y tener un plato de comida, pero hoy la situación está muy difícil y creo que nuestros gobernantes tendrían que mirar un poco más para los barrios y dar la ayuda que se necesita”, concluyó.