Los observadores del cielo estuvieron de fiesta: La esperada ‘Luna Azul’ comenzó a verse en su máximo esplendor este domingo 22 de agosto en Argentina, apenas comenzó a oscurecer, y presentó el mismo aspecto durante toda la noche, por lo que hubo tiempo para observarla desde cualquier punto del país, siempre que las condiciones meteorológicas lo hayan permitido. “Fue un fenómeno que se pudo disfrutar desde todo el país, e incluso, en gran parte del mundo”, confirmó a AIM el director del Planetario de San Luis, Martín Fernández.

A pesar de su nombre, la Luna no se volvió azul, sino que mantuvo su habitual color. Su nombre se debe a que se trata de un fenómeno poco común. “La luna llena del 22 de agosto es lo que se conoce como luna azul estacional, ya que es la tercera luna llena de cuatro en esta temporada; normalmente, en cada temporada solo hay tres. Esto sucede cada dos años y medio a tres”, explicó Fernández a esta Agencia.

De hecho, habrá que esperar hasta 2024 para observar la siguiente Luna Azul.

Desde 1940, “el término ‘Luna Azul’ también se ha utilizado para la segunda Luna llena en un mes que tiene dos lunas llenas”, como ha ocurrido este mes.

No obstante, es posible que la luna adquiera alguna vez tonos azulados, verdosos o grisáceos, pero puede suceder en cualquier etapa y se produce cuando “las erupciones volcánicas o los incendios forestales envían mucho humo y polvo fino a la atmósfera”, según Sky & Telescope.

Esta Luna Azul permaneció en el cielo nocturno plenamente brillante y se pudo apreciar con total plenitud durante la noche, ya que estuvo a una distancia de 389,546 kilómetros de la Tierra. Aun así, “siempre es recomendable observarla desde zonas alejadas de la contaminación lumínica, y en las que tampoco haya obstáculos que impidan la visión, como árboles o edificios”, concluyó Fernández.
De la Redacción de AIM.