Cuando murió Mahona en el año 632 la religión que fundó se dividió: los sunitas, "gente de la tradición" tenían su candidato a suceder el profeta, y los chiítas, o "partidario de Alí" tenían otro. Es decir, la división del Islam viene de sus mismos orígenes, mientras la división del cristianismo en católicos y protestantes es de 1517, 12 siglos posterior al concilio de Nicea de 325, donde se formuló la primera doctrina cristiana uniforme, se redactó el credo y se condenó al arrianismo.

Las diferencias entre católicos y protestantes, que no debieran ser irreconciliables salvo por los que valoran más la forma que el contenido, se han vuelto a manifestar en el país que anhela volver a ser la primera potencia mundial.

El arzobispo de Chicago, Blase Cupich, lanzó nada menos que en la basílica de Guadalupe, en México, advertencias contra el presidente Donald Trump, que acaba de asumir su segundo período en la Casa Blanca.

Cupich viajó a México, país apuntado como cuna de emigrantes asesinos y ladrones por Trump, invitado por el cardenal primado, Carlos Aguiar
En la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, Cupich lanzó algunas críticas contra Trump y su política contra los migrantes, sobre todo si son hispanoamericanos, porque él mismo desciende de inmigrantes.

La madre de Donald, Mary Anne MacLeod nació en 1912 en Escocia y a los 18 años decidió emigrar a los Estados Unidos con su hermana Catalina
El padre de Donald, Federico Trump, nació en Kallstadt, una ciudad de Baviera, y emigró a los Estados Unidos para trabajar de peluquero y ayudar pagar las deudas familiares.

El cardenal Cupich defendió en su homilía la adopción de niños por parejas homosexuales, expuso su posición pro inmigracionista y recordó que él mismo es también nieto de inmigrantes

"Estamos orgullosos de nuestro legado de inmigración, que continúa en nuestros días renovando la ciudad que amamos. No hay una persona en Chicago, salvo los pueblos indígenas, que no se haya beneficiado de este legado".

Hablando al término de la misa que ofició en la basílica de Guadalupe, en parte en castellano y en parte en inglés, Cupich dijo que se solidariza con el pueblo de Chicago al alzar la voz en defensa de los derechos de los inmigrantes y los solicitantes de asilo.

"De manera similar, si los informes son ciertos, debe saberse que nos opondríamos a cualquier plan que incluya una deportación masiva de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres indocumentados».

Ratificó su apoyo a la legislación que protege los derechos de los inmigrantes en el estado de Illinois, donde está Chicago. "De acuerdo con la política de lugares sensibles, vigente desde 2011, también nos opondríamos a todos los esfuerzos de Inmigración y Control de Aduanas y otras agencias gubernamentales para ingresar a lugares de culto con fines de aplicación de la ley".

En una crítica velada a las medidas de Trump, el cardenal dijo que las deportaciones masivas "nos dejan una pregunta desgarradora: ¿qué nos está diciendo Dios en este momento?"

Recordó que los cristianos, como personas de fe, defienden los derechos de los demás y recuerdan a la sociedad su obligación de cuidar de quienes lo necesitan.
"Si se llevara a cabo la deportación masiva e indiscriminada que se informa, esto sería una afrenta a la dignidad de todas las personas y comunidades, y negaría el legado de lo que significa ser estadounidense".
De la Redacción de AIM.