Una de las famosas tradiciones navideñas más esperada por los niños es colocar en casa un calendario de Adviento. Este incluye desde el día 1 al día 24 de diciembre, último día antes de la llegada Papá Noel el 25. Se trata de una manera para preparar a los niños para la llegada de la Navidad.

El calendario de adviento tiene 24 casillas. Por lo general, cada día los niños abren una ventana del calendario y descubren una sorpresa o regalo, que puede ser desde un caramelo hasta un cuento o canción infantil sobre la Navidad.

También pueden incluirse en cada día mensajes navideños, cuentos o canciones que los padres deben contar o cantar este día con sus hijos y pistas sobre los regalos que llegaran el 25.

El calendario tiene forma de '"conteo" para saber cuántos días faltan para la Navidad. Los niños se lo toman como un juego, un desafío que tienen que cumplir para poder disfrutar de los regalos.

Cuál es el origen del Calendario de Adviento
La aparición del calendario se remonta al siglo XIX, época protestante alemana, cuando los niños encendían una vela por cada día del periodo de Adviento, es decir, desde el domingo de Adviento (día que varía según el año), hasta el día 24 de diciembre o Nochebuena.

Los primeros calendarios surgieron entre las familias más humildes: éstas pintaban con tiza o gis, 24 rayas en la puerta de la casa, y cada día un niño borraba una.

La tradición se cambió y hoy el calendario incluye dos días del 1 al 24 de Diciembre y en lugar de velas, se hacen pequeños regalos.

Los primeros calendarios de Adviento físicos surgieron después de una forma diferente. En las familias más humildes, se pintaba con tiza o gis, 24 rayas en la puerta de la casa, y cada día un niño borraba una.

Los primeros calendarios de Adviento impresos surgieron en el año 1902, cuando se lanzó en el mercado imágenes de colores para ser recortadas y pegadas en las 24 casillas de una cartulina. Los primeros calendarios con ventanitas salieron en 1920, teniendo como sorpresas figuras de cuentos de hadas y de dioses germanos.

En 1950, el calendario se volvió popular en Alemania, detrás de las ventanas se escondían imágenes de paisajes nevados y motivos cristianos.