La Encuesta Coyuntural del Observatorio PyME del cuarto trimestre de 2024 (IV-2024), realizada en febrero de 2025, ofrece un panorama detallado sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas en Argentina. Con una muestra representativa de 500 empresas de la industria manufacturera y el sector de software y servicios informáticos, el estudio revela una recuperación gradual con importantes desafíos a futuro, sobre por el aumento de las importaciones.
El 2024 estuvo marcado por una dualidad en el desempeño de las pymes. Mientras que la industria manufacturera sufrió el impacto de la recesión, el sector de software y servicios informáticos mantuvo su crecimiento. Sin embargo, en ambos sectores se registró una mejora en la segunda mitad del año: menor caída en la industria manufacturera y un repunte en el sector tecnológico.
Para 2025, las expectativas son optimistas, aunque la industria enfrenta amenazas como el aumento de importaciones, altos costos de producción e incertidumbre sobre la demanda.
En el IV-2024, la producción industrial cayó un 10 por ciento interanual y el empleo un 6 por ciento, mientras que las ventas deflactadas crecieron un 15 por ciento, registrando su primera suba anual desde principios de 2022. A pesar del incremento en ventas, para los observadores persisten dudas sobre si este repunte se debe a una verdadera reactivación o a la liquidación de stocks a bajo precio y la sustitución de producción local por importaciones.
El 2024 se consolidó como el segundo peor año en caía de producción y empleo en la industria pyme. El sector enfrenta un proceso de destrucción de empleo agravado por la competencia de productos importados y una economía en proceso de normalización tras años de estancamiento y distorsiones macroeconómicas.
El índice PMI-PyME, que mide la actividad manufacturera, cayó a 47 puntos, revirtiendo las mejoras previas y reflejando un leve retroceso. En contraste, el índice de confianza empresarial (ICE-PyME) mantuvo una tendencia optimista desde octubre de 2023, mostrando una brecha entre la coyuntura actual y la percepción empresarial a futuro.
El índice de precios de las PyME manufactureras continúa por debajo del índice de Precios al Consumidor (IPC) y del mayorista manufacturero, generando tensiones en la rentabilidad. Solo el 43 por ciento de las empresas pudo trasladar los costos al precio final en el IV-2024, frente al 52 por ciento del trimestre anterior. En este contexto, el 81 por ciento reportó aumentos en los costos de producción y se mantuvo la suba en el índice de salarios PyME.
El sector de software y servicios informáticos mantuvo tasas de crecimiento positivas en 2024, aunque inferiores a los niveles pospandemia. La primera mitad del año mostró una desaceleración, mientras que la segunda exhibió una aceleración, con un crecimiento interanual del 20 por ciento en ventas deflactadas y del tres por ciento en empleo en el IV-2024.
El índice ICE-PyME del sector reflejó un optimismo sostenido, impulsado por una mejora en las condiciones actuales. Sin embargo, los precios en el sector continúan con un rezago frente al IPC y al tipo de cambio, lo que afecta su competitividad.
Cuáles son los principales problemas de las pymes en 2025
Las industrias manufactureras enfrentan problemas típicos de recesión: el 66 por ciento reporta preocupación por la caída de ventas y el 54 por ciento por el aumento de costos salariales. Además, crece la preocupación por la competencia de productos importados, con un 28 por ciento de incidencia en febrero de 2025 (frente al 20 por ciento en octubre de 2024).
Las empresas de software y servicios informáticos enfrentan desafíos relacionados con la expansión y la demanda futura. Disminuyeron las preocupaciones sobre la inestabilidad social, política y económica (del 78 por ciento en octubre de 2024 al 54 por ciento en febrero de 2025) y las restricciones de financiamiento (del 53 por ciento al 41 por ciento).
¿Cuáles son las expectativas y desafíos para 2025?
Para 2025, las expectativas en la industria manufacturera muestran un panorama mixto: el 47 por ciento de las pymes espera un aumento en la producción y el 51 por ciento proyecta una suba en ventas. Sin embargo, las previsiones para inversión (34 por ciento) y empleo (16 por ciento) son más moderadas. Aproximadamente el 50 por ciento de las empresas no espera una recuperación, lo que evidencia la fragmentación del sector.
En el sector de software y servicios informáticos, las perspectivas son más positivas: el 68 por ciento prevé un aumento en ventas y el 55 por ciento proyecta una mayor contratación en 2025.
A pesar de la mejora en las expectativas, persisten factores de incertidumbre. En la industria manufacturera, la debilidad de la demanda, los costos de producción y la competencia de importaciones son los principales desafíos. En software y servicios informáticos, la falta de demanda y el alto costo de operación siguen siendo preocupaciones clave, sumadas a la dificultad para encontrar personal calificado.
Tras un 2024 de ajustes económicos, 2025 presenta mejores perspectivas, aunque con tensiones en costos y sostenibilidad de la demanda. En particular, las pymes manufactureras enfrentan un escenario desafiante por la apreciación cambiaria, la apertura importadora y la falta de incentivos para la producción local, factores que amenazan el empleo y la capacidad productiva del sector.