Lo confirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán; buscarán consensuar un criterio convocando a empresas y trabajadores para aplicar la alícuota por la que se pretende captar las ganancias de compañías con utilidades superiores a los 1.000 millones de pesos en el año
El ministro de Economía, Martín Guzmán anunció que el Gobierno enviará en las próximas semanas un proyecto de ley al Congreso para gravar la "renta inesperada producto de la guerra", que se enfoca en un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles superiores a los $1.000 millones, que en 2021 fue de solo 3,2 por ciento de las empresas.
De esta manera, el ejecutivo nacional comenzará a discutir en los próximos días con empresarios y sindicatos el proyecto de renta inesperada con el que busca redistribuir las ganancias extraordinarias obtenidas por las empresas a partir del shock generado por la guerra entre Rusia y Ucrania. El objetivo es consensuar criterios.
A partir del anuncio de la implementación de bonos para reforzar los ingresos de los jubilados, monotributistas y trabajadores en negro frente a la inflación, en un acto realizado en el Salón Blanco de la Casa Rosada que encabezó el Presidente Alberto Fernández junto a Guzman, el titular de Hacienda señaló que “se busca lograr capturar parte de esa renta para que el Estado pueda llevar adelante el rol que debe jugar, de un desarrollo equitativo, de la pobreza infantil y mayor inclusión social”.
El costo fiscal que generarán esos bonos alcanzará los 240.000 millones de pesos, según fuentes oficiales. A la vez, confirmó que busca un mecanismo para redistribuir “la renta inesperada” generada por la suba de precios internacionales para lo cual convocará en las próximas semanas a los sectores productivos.
En esa línea, el ejecutivo nacional citará a representantes de los sectores empresariales, laborales y políticos para trabajar “en la construcción de un mecanismo que nos permita poder capturar parte de la renta inesperada que no es producto de inversiones adicionales sino el shock de la guerra”, adelantó Guzmán.
Los criterios para la imposición de la alícuota incluyen que la ganancia neta imponible real tiene que haber crecido en forma significativa en 2022 respecto a 2021 y, además, se incluirá un parámetro para que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión productiva, la alícuota será menor, señaló el ministro.
De acuerdo a las palabras de Guzmán, las discusiones se darán en el marco de un borrador en el que ya se encuentran una serie de criterios trazados y que serán puestos a consideración de las partes. A grandes rasgos, se buscará implementar una alícuota sobre el componente de ganancia inesperado.
El ministro Guzmán precisó que el criterio “se enfoca en un conjunto de empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos” aunque señaló que eso de por sí “no es una condición única, sino una condición necesaria”.
En particular, el titular de la cartera de Economía adelantó que las ganancias netas imponibles reales “deben ser superiores a los $1.000 millones en el año”, lo cual se espera que afecte a una fracción muy pequeña de todo el entramado del país, dejando por fuera al universo de las Pyme. “Para darles una idea – prosiguió -, en 2021 tan solo el 3,2 por ciento de las empresas de nuestro país tuvieron (dicha ganancia)”.
Al mismo tiempo, manifestó que habrá una serie de excepciones para el monto que se aplique, ya que, teniendo en cuenta que el Gobierno busca fomentar la producción, buscarán reducir la alícuota en caso de que los ingresos inesperados se canalicen hacia inversión productiva. Allí “la contribución será menor”, confirmó Guzmán.