El titular de Arca Juan Pazo recibió a las organizaciones rurales. Hubo una mejora de precios local de la soja por la baja impositiva. Dudas sobre cómo adelantarán las exportadoras el ingreso de dólares para cumplir la medida.
El circuito de venta de granos y de exportación y liquidación de divisas todavía no retomó el ritmo habitual tras el anuncio el jueves pasado de una baja temporal en las retenciones al agro. En el mercado creen que todavía resta saber cómo podrán hacer las exportadoras para cumplir con el adelantamiento de la liquidación que requiere la medida como condición para tener el beneficio de baja de alícuotas.
En ese contexto, el titular de Arca Juan Pazo y el secretario coordinador de Producción Pablo Lavigne recibieron este miércoles a representantes de la Mesa de Enlace agropecuaria para tratar esta medida y que las autoridades de cada organización rural “bajen” el mensaje a los productores.
“Las autoridades nacionales destacaron que la medida fue pensada para que alcance a la mayoría de los productores con un plazo lo más amplio posible y que ya se está reflejando en precios más competitivos para los productores, siempre respetando los principios de responsabilidad fiscal”, indicaron desde el fisco.
Por parte de las entidades, participaron los presidentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, junto a Matías Velasco; de Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, y de Coninagro, Lucas Magnano, y la vicepresidente segunda de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Eloisa Frederking junto a Nicolás Ginatta.
“Se trató de una reunión técnica que sirvió como preparación” antes de la reunión con el ministro de Economía Luis Caputo, aseguró Frederking. “Hasta el momento, y tras los anuncios realizados el jueves pasado, hemos observado un mercado más ágil y dinámico, esperando que el alivio fiscal lleguen al bolsillo de los productores. Desde el gobierno se mostraron optimistas en este aspecto”, mencionó.
“También hablamos de infraestructura, conectividad y otros temas puntuales que definimos en la reunión pasada. Hemos sumado a la agenda dos temas: nos preocupan el retraso de los reintegros del IVA y la trazabilidad en ganadería”, concluyó la dirigente de la Sociedad Rural.
Retenciones: entre las dudas y el arranque del esquema
De acuerdo a fuentes sectoriales el nuevo plazo más corto es la particularidad que genera mayores dudas entre los jugadores del sistema. El Gobierno señaló que el exportador deberá liquidar en el mercado oficial de cambios el 95 por ciento de las divisas obtenidas por la operación antes de los 15 días hábiles de plazo para acceder a las alícuotas reducidas.
Se abren, así, dos alternativas para las exportadoras: las grandes con casas matrices en el exterior podrían solicitar anticipos de pago por esas exportaciones para disponer de los dólares de manera rápida y liquidarlos en el MLC antes de los 15 días hábiles, lo que implicaría un costo financiero y un aumento del endeudamiento.
La baja de retenciones, por definición, mejora el precio para el productor pero no para el exportador. La ventaja para este último eslabón, en todo caso, sería el de ganar market share y asegurarse la compra anticipada de granos.
Una segunda vía, que también cuenta para las exportadoras nacionales, es tomar créditos como prefinaciación de exportaciones en el sistema financiero local. Actualmente, las entidades financieras pueden otorgar créditos solo a empresas con ingresos en dólares, como en este caso. El blanqueo de capitales inyectó de dólares al sistema bancario y hay margen para aumentar la capacidad de préstamos en moneda extranjera.
El carry trade en dólares suma incentivos, ya que las exportadoras ya encontraban conveniente endeudarse en moneda extranjera y convertirla a pesos para aprovechar tasas de interés.
El Banco Central este miércoles vendió 18 millones de dólares y se demora así el impacto favorable en las reservas de la baja en las retenciones. Hasta el martes Portfolio Personal Inversiones (PPI) estimaba que el ritmo de compras de la autoridad monetaria se había triplicado pero que “no tuvo que ver con una suba en la liquidación del agro, que por el contrario mermó de USD 27 millones el lunes a USD 18 millones, aún a la espera de la instrumentación de la baja de los derechos de exportación”.
La reacción en pizarra fue de una mejora en el precio para la soja, que cotizó a $310.000 la tonelada, en línea con lo que esperaba un informe de Romano Group al respecto. Esa consultora estimó que la baja de retenciones “implica una mejora en el poder adquisitivo del productor agropecuario en torno a los USD 28 para soja, USD 6 para maíz y trigo, considerando constante los precios FOB actuales”.
“Esto en un escenario de márgenes negativos para la siembra en campo alquilado (o bien considerando el campo propio como costo de oportunidad) da algo de alivio a la ecuación aunque no dejamos de señalar que aún el escenario es endeble. En cuanto a ritmo de ventas, se encuentran sin comercializar/fijar unas 17,6 millones de toneladas de Soja 23/24, es decir, unos USD 6.800 millones a valores FOB”, planteó Romano.