El presidente López Obrador no ha frenado el fracking, pese a que aseguró que no permitiría este método durante su proyecto de la 'Cuarta Transformación'
"No usar métodos de extracción de materias primas que afecten la naturaleza", fue la promesa 75 de 100 que el presidente Andrés Manuel López Obrador expuso el 1 de diciembre de 2018 ante un zócalo repleto en la Ciudad de México. La promesa se quebró: La Alianza Mexicana Contra el Fracking documenta que el gobierno del mandatario tabasqueño otorgó recursos públicos para la extracción de petróleo y gas con fracturación hidráulica.
El presidente López Obrador aseguró apenas en junio de 2023 que negó al titular de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero, un permiso para la exploración de un pozo petrolero en Poza Rica, Veracruz con fracking. "No, al fracking no", sentenció. Petróleos Mexicanos continuó practicando fracking desde el primer día del gobierno de la 'Cuarta transformación' y ejerció el 55 por ciento de su presupuesto a la exploración de pozos petroleros que requieren el uso de esta técnica.
La contradicción no para ahí: la Comisión Nacional de Hidrocarburos admitió en 2020 que se realizaron seis asignaciones petroleras con planes de exploración en yacimientos no convencionales y que se habrían perforado por lo menos 27 pozos horizontales con fracturación hidráulica. De acuerdo con Alejandra Jiménez Ramírez, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking, este gobierno también otorgó recursos públicos para la activación de tres pozos dentro del proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG) en los estados de Veracruz y Puebla.
Veracruz y Puebla, estados con más fracking
Según la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Veracruz – la entidad federativa donde más se practica la fracturación hidráulica – tiene dos mil 53 pozos perforados: 655 activos y mil 398 abandonados emitiendo gases tóxicos para el ambiente y la salud humana. "El fracking se está desarrollando principalmente en Veracruz y en Puebla, pero también se desarrolla en Tamaulipas. En Nuevo León se desarrolló hace unos años, también se desarrolló en Coahuila", señaló Alejandra Jiménez.
El proyecto Aceite Terciario del Golfo – iniciado el 1 de diciembre de 2002 – es una muestra de que la técnica de la fracturación hidráulica aún es usada por Pemex para la exploración de golfos petroleros en los estados de Veracruz y Puebla. Para 2024 se destinarán cuatro mil 63 millones de pesos en 2024 para la utilización del fracking en este activo. El recurso es 50 por ciento más bajo que el invertido en 2023, pero para la Alianza Mexicana contra el Fracking es preocupante que se mantenga esta técnica prohibida en países como Alemania, Francia y España.
¿Cuánto ha destinado el gobierno de Amlo al fracking?
Según una revisión a los presupuestos de egresos de la federación, el gobierno de la 'Cuarta transformación' asignó más de 45 mil millones de pesos a proyectos de fracturación hidráulica de 2018 a 2023. Además, para 2024 destinará cuatro mil 63 millones de pesos a esta técnica de exploración petrolera.
En 2018 se asignaron seis mil 575 millones de pesos a los proyectos Aceite Terciario del Golfo y Aceite y Gas en Lutitas. Un año después el presupuesto aumentó 30 por ciento, es decir, se destinaron ocho mil 519 millones de pesos.
Otros cinco mil 412 millones de pesos se destinaron para el fracking en 2020. El recurso público aumentó 209 por ciento con una aplicación de 16 mil 739 millones. Para 2023, se redujo a ocho mil 208 millones, es decir, 51 por ciento. Pemex ejerció el 55 por ciento de estos recursos.
Fracking acaba con millones de litros de agua
Cecilia Navarro, miembro de la Alianza Mexicana contra el Fracking, advirtió que cada uno de los pozos perforados con fracking consume entre nueve y 29 millones de litros de agua dulce mezclada con 750 sustancias como arsénico y benceno. El fracking – usado debido a la baja permeabilidad de las lutitas – es una técnica de perforación de un pozo vertical para alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Posteriormente se hacen perforaciones horizontales perforando la roca con una inyección de agua, arena y sustancias químicas.
La presión elevada de la inyección permite y salida de hidrocarburos por los poros, sin embargo, el flujo disminuye muy pronto. En consecuencia, es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de yacimientos. De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, la técnica afecta el abasto de agua de comunidades aledañas a los lugares en los que se práctica debido a las enormes cantidades de líquida que se requieren para la exploración petrolera.
El agua que se utiliza para el fracking se mezcla con sustancias químicas altamente tóxicas y muchas veces termina en el subsuelo, por lo que es capaz de contaminar otros acuíferos. Las emisiones de la fracturación hidráulica también contaminan el aire, las tierras de cultivo y la pastura.
Dos Bocas y la apuesta de Amlo por el petróleo
A Alejandra Jiménez le preocupa que en aras de producir 170 mil barriles diarios de gasolina cuando se concluya la refinería Olmeca en Dos Bocas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulse la exploración de pozos petroleros a través del fracking. "Es una obsesión, porque, para empezar, la refinería está ubicada en una zona que tiende a inundarse, o sea, el estado de Tabasco está un poquito por debajo del nivel del mar, es una zona que se inunda; de entrada, ahí hubo un error en la planificación", mencionó.
La integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking cuestionó la construcción de otra refinería en México, pues consideró que el recurso destinado a Dos Bocas – más de 16 mil millones de dólares hasta el momento – deberían invertirse a combatir el cambio climático y hacer una transición energética responsable. "Una refinería más, sinceramente, no resuelve el problema fuerte y nos mete en más problemas, va a generar una necesidad de mayor demanda de crudo, pero México desde hace años está importando crudo. Como no alcanzamos a cubrir la demanda interna, tenemos que importar crudo no solo para refinar", expresó.
Alejandra Jiménez Ramírez estimó que la refinería Olmeca, ubicada en el puerto de Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco, no alcanzará a cubrir la demanda de crudo, gasolinas y diésel que existe en toda la República Mexicana.
Fuente: Tribuna (México)