El primer ministro británico, Boris Johnson, pedirá a la reina Isabel II que suspenda el parlamento desde el próximo 10 de septiembre, en una polémica medida que impediría a los diputados británicos tener tiempo suficiente para intentar evitar que se produzca un Brexit sin acuerdo.
Tras el receso parlamentario, está previsto que las sesiones se reanuden el próximo 3 de septiembre, pero se espera que la clausura rija más de un mes, hasta mediados de octubre, dos semanas antes de la fecha fijada para la salida de la UE.
"Vamos a hacerlo el 14 de octubre", confirmó Johnson, en referencia a la presentación del nuevo programa de gobierno para la próxima legislatura, el llamado Discurso de la Reina. En ese mensaje, el Ejecutivo dará a conocer sus planes para después del Brexit, planeado para el 31 de octubre.
"La decisión de poner fin a la actual sesión parlamentaria -la más larga en casi 400 años y una de las menos activas en los últimos meses- permitirá al primer ministro poner un nuevo programa nacional ante los diputados para su debate y escrutinio", afirmó un comunicado de Downing Street.
En los mercados, la libra esterlina marca una caída cercana al uno por ciento desde que se fortalecieron los rumores de la noticia.
La idea de extender la habitual clausura del parlamento ha generado una gran polémica, ya que la coyuntura temporal impide a los diputados intentar frenar una salida de la UE sin acuerdo, tal y como pretende hacer el líder laborista, Jeremy Corbyn, y otros dirigentes de partidos políticos británicos.
Corbyn y un grupo multipartido en la oposición se reunieron este martes para explorar maneras con las que impedir a Johnson ejecutar, llegado el caso, un Brexit sin consenso con Bruselas.
Para manifestar su férrea oposición, más de 150 diputados, incluidos pesos pesados de la oposición, organizaron una concentración el martes por la tarde. "Suspender el parlamento en un momento tan crucial para nuestro país constituiría una ofensa a la democracia y una crisis constitucional histórica", advirtieron en una declaración conjunta.
Pero si el parlamento se suspende el 10 de septiembre, esos diputados solo contarán con apenas unos pocos días la próxima semana para intentar introducir nueva legislación con la que tratar de bloquear una posible marcha sin acuerdo.
Corbyn planea presentar una moción de censura contra Johnson cuando los diputados vuelvan al trabajo la próxima semana y si la gana quiere liderar un gobierno temporal, antes de convocar elecciones legislativas.
Otros opositores prefieren presentar una proposición de ley que obligue al ejecutivo a pedir un nuevo aplazamiento de la fecha de salida, inicialmente prevista para el pasado 29 de marzo. Es la posición de la líder del centrista Partido Liberaldemócrata, Jo Swinson, quien el miércoles reaccionó con indignación a las noticias de una próxima suspensión parlamentaria.
"Cerrar el Parlamento sería un acto de cobardía por parte de Boris Johnson. Sabe que el pueblo no elegiría un Brexit sin acuerdo y que sus representantes electos no lo permitirían. Está tratando de sofocar sus voces", denunció en un comunicado.
A su vez, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo en Twitter: "Así que parece que Boris Johnson podría estar a punto de suspender el Parlamento para forzar un Brexit sin acuerdo. A menos que los parlamentarios se unan para frenarlo la próxima semana, hoy pasará a la historia como uno de los días más oscuros de la democracia británica".