Un grupo de legisladores de Ohio, uno de los estados más ultraconservadores de EE.UU., presentaron un proyecto de ley que podría hacer que los abortos sean punibles con castigos que van desde cadena perpetua hasta pena de muerte.
El proyecto de ley número 565, presentado esta semana ante la Cámara de Representantes de Ohio, planea poner penas duras contra mujeres que se practiquen un aborto e incluso extendería la definición de “persona” en el código penal del estado para incluir al “ser humano no nacido”.
Esto significaría que un feto, desde la concepción hasta el nacimiento, se consideraría una persona, dejando a las personas que realizan o se someten a abortos vulnerables a severas sanciones penales. O sea que, de aprobarse este proyecto, aquella persona que practique o se practique un aborto estaría cometiendo homicidio en primer grado.
En el 565 no hay excepción alguna: incluso las mujeres que queden encinta por violación o incensto, o aquellas cuya vida corra peligro por el embarazo, podría exponerse a penas de cadena perpetua o la inyección letal.
La legislatura de Ohio está controlada por el Partido Republicano, el mismo de Donald Trump. Como es más que sabido, quienes se sienten afines a este partido adhieren a sus ideas ultra conservadoras y de derecha.
El proyecto de ley no solo criminalizaría el aborto, sino que también define el proceso como “causar la muerte de un ser humano no nacido, por cualquier método, incluidos, entre otros, métodos químicos, métodos médicos y métodos quirúrgicos”.
El proyecto de ley fue propuesto en marzo y está pendiente de consideración por parte del comité de salud de la legislatura.
Los médicos que realicen un aborto en un feto con un latido pueden ser castigados con hasta un año de prisión y una multa de 2.500 dólares, según The New York Times.