El Vaticano informó que su evolución es positiva, aunque los médicos mantienen la cautela sobre su recuperación.

El papa Francisco, de 88 años, continúa su recuperación en el hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado desde hace dos semanas por una neumonía bilateral y una insuficiencia renal. Según el último comunicado del Vaticano, el pontífice ha dormido bien y se encuentra descansando, lo que marca una continuidad en su evolución favorable.

En los últimos días, los médicos han dejado de referirse a su estado como “crítico” y ahora lo califican de “complejo”. Aunque su cuadro clínico ha mejorado, el pronóstico sigue reservado, ya que aún requiere estabilidad antes de hablar de una recuperación definitiva.

Las imágenes de fieles congregados frente al hospital con velas y rosarios reflejan el apoyo de los creyentes al papa argentino. Ayer, el Vaticano informó que Francisco ha comenzado a alternar la oxigenación con una ventimascarilla, un método menos invasivo. También ha retomado gradualmente algunas actividades y fisioterapia respiratoria.

Pese a su avanzada edad, el papa continúa con sus labores. El lunes firmó decretos de nombramientos y renuncias, entre ellos el otorgamiento de poderes a Raffaella Petrini, la primera mujer en asumir como ‘alcaldesa’ del Vaticano.

Francisco es actualmente el segundo papa más longevo en ejercicio, solo detrás de León XIII, quien dirigió la Iglesia hasta los 93 años. La comunidad católica sigue pendiente de su evolución, mientras el Vaticano insiste en que aún se necesitan más días de estabilidad clínica para disolver cualquier incertidumbre sobre su salud.