Producto de las profundas divisiones políticas en el país, el presidente de España, Pedro Sánchez, convocó este viernes a elecciones generales anticipadas para el 28 de abril.
La noticia de que los españoles tendrán que acudir a las urnas por tercera vez en menos de cuatro años se dio a conocer después de que el gobierno socialista que encabeza Sánchez perdió una votación presupuestaria en el Parlamento.
Sánchez, quien ya estaba bajo presión dentro de su propio partido socialista para reducir su presidencia, perdió su débil respaldo legislativo esta semana después de que los independentistas catalanes se unieron a legisladores de oposición para rechazar su propuesta de gastos para 2019.
“Entre no hacer nada y continuar sin presupuestos, o dar la palabra a los españoles, España debe continuar progresando, excluyendo la política de la crispación, creando empleo de calidad, ampliando los derechos y libertades, garantizando la protección social", dijo Sánchez en una declaración desde el Palacio de la Moncloa, sede del gobierno español.
“He propuesto la disolución de las Cámaras y la convocatoria de elecciones generales para el día 28 de abril", añadió al final de un discurso en el que resaltó los logros durante sus ocho meses de gobierno.
Sánchez, de 46 años, derrocó a su predecesor Mariano Rajoy en junio del año pasado, al ganar un voto de censura provocado por una condena de corrupción que afecta al conservador Partido Popular.
Pero la mayoría simple de socialistas, y partidos anti austeridad y nacionalistas regionales que se unieron en su momento contra Rajoy se desmoronó en la última semana después de que Sánchez se rehusó a aceptar un diálogo respecto a la autodeterminación de Cataluña como parte de las negociaciones actuales con los separatistas.
Sin hacer mención de Cataluña, Sánchez dijo que continúa comprometido al diálogo con las regiones del país y culpó a los conservadores de no respaldar las negociaciones.
Un futuro incierto
Las encuestas de opinión indican que es poco probable que las elecciones produzcan a un claro ganador, situación muy lejana a la política bipartidista que dominó la escena política española durante décadas.
Aunque los Socialistas de Sánchez parecen tener ventaja, no parecen contar con el respaldo necesario para conformar un gobierno. Es poco probable que los socialistas sean capaces de rebasar el umbral, incluso si llegan a un acuerdo con el partido Podemos, por lo que sería necesario un tercer partido.
Sin embargo, la posibilidad de que los nacionalistas catalanes se unan a cualquier coalición resultante podría quedar en riesgo por el actual juicio a decenas de políticos y activistas por su participación en el intento separatista de Cataluña de hace dos años.
Complica aún más la situación el hecho de que un partido populista ganara bancas en una asamblea regional, en el primer triunfo significativo de la ultraderecha en la España posdictadura franquista.
De obtener una cantidad significativa de votos, Vox podría convertirse en el factor clave para que surja una coalición de derechas con el PP y los centroderechistas de Ciudadanos.