El gobierno de Irán anunció que dentro de diez días superará el límite de uranio enriquecido que el acuerdo nuclear le permite almacenar.
Será la primera vez que viola el pacto que firmó con las grandes potencias en 2015. El paso intenta presionar a los otros firmantes para que le compensen por la salida de Estados Unidos del pacto. De momento, complica los esfuerzos europeos en ese sentido y corre el riesgo de agravar las tensiones con Washington.
“Hemos cuadruplicado la producción de uranio enriquecido. La cuenta atrás para superar los 300 kilogramos de reserva ha empezado hoy y habremos pasado ese límite en el plazo de diez días, el 27 de junio”, declaró el portavoz de la Organización de la Energía Nuclear de Irán, Behruz Kamalvandi, citado por los medios locales.
Según el portavoz, en el plazo de dos meses y medio también se superará el umbral de 130 toneladas de agua pesada que tienen permitido almacenar.
De cumplirse sus palabras, constituiría una grave violación de aquel compromiso, que limitó tanto el uranio enriquecido como el agua pesada que Irán puede almacenar, para evitar su eventual desvío hacia la fabricación de una bomba atómica.
Pero la República Islámica ha dejado de ver el beneficio de respetarlo desde que EEUU se retiró unilateralmente el año pasado y volvió a aplicarle sanciones con el objetivo de forzarle a renegociar. Así que el presidente Hasan Rohani ya anunció el pasado 8 mayo que dejaban cumplir los límites.
“Aún hay tiempo de salvar el acuerdo si los países europeos actúan”, ha dicho Kamalvandi. Reiteraba así el llamamiento de Rohani para que el resto de los firmantes del pacto (Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China) hallen una fórmula que permita a Irán seguir vendiendo petróleo y haciendo transacciones bancarias. El jefe del comité nuclear del Parlamento, Mojtaba Zolnur, ha ido incluso más lejos resucitando la vieja a amenaza de abandonar el Tratado de No Proliferación (NPT) silos europeos no salvan el acuerdo.
Por ahora, Irán sólo ha conseguido aumentar la preocupación. Alemania ha instado a Teherán a seguir cumpliendo sus obligaciones y el Reino Unido ha dicho que si viola los límites, considerará “todas las opciones”, según informa Reuters. Mientras, Israel ha aprovechado para pedir a las potencias que intensifiquen las sanciones aún más.
El presidente iraní dio un plazo de 60 días, que cumplirá, el 6 de julio, antes de dar nuevos pasos. Que la posible ruptura se adelante al 27 de junio es indicativo del efecto que están teniendo en Teherán las crecientes tensiones con Washington. En la última andanada de su política de máxima presión, la Administración estadounidense ha acusado al régimen iraní de sendos ataques contra petróleos en el golfo de Omán la semana pasada y a mediados de mayo. Irán, por su parte, niega cualquier relación con los sabotajes y apunta a un compló de los aliados árabes de EEUU en la región.