El primer ministro británico, Boris Johnson, retrasó su plan de levantar las restricciones por coronavirus en Inglaterra durante al menos otras cuatro semanas para tratar de evitar “miles” de muertes más y un aumento en las hospitalizaciones.
El Gobierno se vio obligado a actuar después de que los modelos mostraran que los ingresos hospitalarios podrían alcanzar niveles similares a la primera ola de contagios de la pandemia en la primavera de 2020, un máximo de 3.099 por día, si Johnson se ceñía a su calendario para poner fin a las reglas de distanciamiento social el 21 de junio.
En una conferencia de prensa televisada el lunes, Johnson dijo que no tenía más remedio que retrasar su plan hasta el 19 de julio como mínimo, para permitir que más personas reciban su segunda dosis de vacuna.
“Tal como están las cosas, y según la evidencia que puedo ver en este momento, estoy seguro de que no necesitaremos más de cuatro semanas”, dijo Johnson. “Siendo precavidos ahora, tenemos la oportunidad en las próximas cuatro semanas de salvar muchos miles de vidas vacunando a millones de personas”.
Se espera que el Gobierno someta el retraso a un debate y votación el miércoles en el Parlamento, donde es probable que Johnson enfrente la ira de sus colegas conservadores por dar marcha atrás a lo que denominaron “Día de la Libertad”.
Johnson había planeado inicialmente suprimir todos los límites legales al contacto social este mes, según el cuarto paso de su “hoja de ruta” para salir del confinamiento. Eso habría significado la reapertura de los clubes nocturnos, que la gente volviera a hacer fila en los bares, que los estadios se llenaran y que las grandes conferencias volvieran a estar en las agendas.
Para las bodas se hizo una excepción y se eliminará el límite de 30 personas para permitir un número ilimitado de invitados, siempre que no haya baile y se respete el distanciamiento social.
Riesgo de variante
Los casos de covid han aumentado rápidamente, impulsados por la variante delta, altamente transmisible, identificada por primera vez en la India, y que ahora es dominante en Gran Bretaña.
Los contagios en Inglaterra están aumentando un 70 por ciento cada semana a nivel nacional, dijo a la prensa el lunes el portavoz de Johnson, Max Blain, y en alrededor de un tercio del país se duplican cada semana. Esto ha elevado los ingresos hospitalarios un 15 por ciento cada semana, y un 66 en el noroeste de Inglaterra.
La aparición de la variante delta ha obligado a un cambio de mentalidad en el despliegue de vacunas, que anteriormente priorizaba las primeras dosis para proteger a la mayor cantidad de personas lo más rápido posible.
Sin embargo, los datos muestran la importancia de la segunda dosis contra la variante delta, ya que una sola inyección ofrece sólo un 33 por ciento de protección, en comparación con el 50 por ciento contra la variante alfa anteriormente dominante, según Public Health England (PHE, por sus siglas en inglés).
Un nuevo análisis de PHE publicado el lunes encontró que dos dosis de Pfizer-BioNTech ofrecen un 96 por ciento de protección contra la hospitalización y un 92 por ciento en el caso de la vacuna de la Universidad de Oxford-AstraZeneca.
“La eficacia de la vacuna, especialmente después de dos dosis, significa que se pueden evitar miles de muertes más si se vacuna a más personas”, dijo Blain.
Casi el 57 por ciento de todos los adultos del Reino Unido han recibido dos dosis hasta ahora, lo que deja a más de cuatro de cada 10 personas sin la máxima protección. El Gobierno pretende elevar este número a dos tercios de la población adulta para cuando se levanten las restricciones el 19 de julio.