El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que evoluciona "bastante" de la obstrucción intestinal por la que fue internado, y que la posibilidad de una cirugía está prácticamente descartada, aunque sigue en observación sin fecha probable de alta.
"Llegué aquí ayer, con una indicación muy fuerte para operarme, teniendo en cuenta que se constató una obstrucción intestinal", dijo el mandatario al programa de televisión "Alerta nacional".
Para Jair Bolsonario su malestar deviene de la puñalada que recibió durante la campaña electoral de 2018, de la que resultó ganador tras el relato épico de su recuperación.
"Todo esto pasó por la puñalada que recibí, esa obstrucción siempre es un riesgo muy alto, pero gracias a Dios de ayer a hoy evolucioné bastante, así que la necesidad de cirugía realmente está bastante alejada", agregó el Presidente de Brasil según la agencia de noticias Sputnik.
Bolsonaro, de 66 años, fue internado ayer en el Hospital Vila Nova Star, de San Pablo, después de que los médicos verificaran que tenía una obstrucción intestinal cuando fue a hacerse una revisión en otro hospital de Brasilia debido a una crisis de hipo.
El último parte médico, divulgado esta mañana, señaló que el jefe del Estado estaba "evolucionando de forma satisfactoria, desde el punto de vista clínico y de laboratorio".
"Se mantiene el plan terapéutico previamente establecido, el presidente continúa sin una previsión de alta hospitalaria", consta en el parte.
De cara a la campaña presidencial que podría darle su segundo mandato, Bolsonaro fue hospitalizado de emergencia el miércoles en Brasilia para investigar las causas de un dolor abdominal agudo y un hipo persistente que empezó a sentir hace más de diez días.
Uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, informó este jueves en un video publicado en Telegram que al mandatario le retiraron "cerca de un litro de líquido" acumulado en el estómago debido a la obstrucción y que esto alivió considerablemente su dolor.
Otro de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, reveló que el mandatario "llegó a ser intubado por precaución" cuando ingresó a una unidad de cuidados intensivos en Brasilia.
Desde que fue apuñalado en el abdomen durante un mitin electoral en septiembre de 2018, Bolsonaro pasó por cuatro cirugías relacionadas con el ataque o sus secuelas.
La actual internación tiene lugar en un contexto de crisis política y de erosión de su popularidad, con sospechas de corrupción en contratos negociados por su Gobierno para adquirir vacunas contra la Covid-19, que ya dejó casi 540.000 muertos en el país.