El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó a los policías israelíes que dejaran la iglesia de Santa Ana, en Jerusalén, luego de que obstruyeran el ingreso de su comitiva, una escena que recorrió el mundo y recordó a un incidente similar que vivió el también mandatario francés Jacques Chirac en los años 1990.
"Todo el mundo conoce las reglas, fuera por favor", dijo enérgicamente al grupo de agentes israelíes. "No me gusta lo que hiciste delante de mí", gritó en inglés a un policía plantado frente a él en la entrada de la iglesia, territorio francés en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
“Váyase fuera, por favor. Nadie tiene por qué provocar a nadie. ¿Entendido?”, agregó el presidente francés, quien agregó a continuación: "Mantengamos la calma, hemos hecho una hermosa caminata, hacen un buen trabajo en la ciudad y lo aprecio, pero por favor, sigan las reglas establecidas durante siglos. No cambiarán conmigo, se los puedo asegurar".
"Aquí es Francia, y todo el mundo conoce la regla", subrayó, siempre en inglés, Macron, que improvisó un paseo por la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde sólo había previsto visitar la iglesia de Santa Ana.
En el templo del siglo XII y ubicado en la Vía Dolorosa, las fuerzas de seguridad israelíes no tienen jurisdicción ya que pertenece a Francia desde 1856, cuando fue cedido a Napoleón III por el Imperio Otomano. Hay otros tres territorios franceses en la ciudad.
La escena recordó a una vivida en 1996 por Chirac, quien se enojó con los soldados israelíes que lo rodeaban demasiado al recorrer la Ciudad Vieja mientras trataba de saludar a personas en el Barrio Musulmán. Fue entonces cuando puso una mano sobre el hombro de un oficial y lanzó su ya célebre frase: "Do you want me to go back to my plane?" (¿Quiere que vuelva a mi avión?).