El 24 de junio es el Día internacional contra la contaminación electromagnética, o sea la exposición continua a campos electromagnéticos que provienen principalmente de dos fuentes, las líneas de alta tensión y subestaciones eléctricas y, por otro lado, las antenas de telefonía móvil y sistemas de telecomunicación (Wifi , Wimax), constató AIM.
A pesar de las luchas populares y la cantidad incontable de estudios científicos que prueban los efectos perniciosos de los CEM para la salud humana continúa la instalación, anárquica, en centros poblados, de las subestaciones eléctricas, el tendido de redes y la instalación de antenas de telefonía celular.
Al margen de la comodidad y el progreso que supone poder acceder a internet desde diferentes lugares y con cualquiera de nuestros dispositivos, las redes inalámbricas pueden ser peligrosas para la salud. Algunos de los efectos descritos por numerosos estudios científicos son el aumento del riesgo de cáncer, daños genéticos, afectaciones del sistema reproductor, déficit de aprendizaje, trastornos de memoria, afecciones neurológicas y efectos perjudiciales en el bienestar de las personas, en un sentido general, así como de otros seres vivos.
Entre esos efectos se encuentran muchos de tipo cotidiano, que en ocasiones achacamos a simple agotamiento o estrés pero que pueden estar relacionados con la radiación a la que estamos expuestos en nuestro día a día. Es lo que se denomina electrohipersensibilidad e incluye síntomas como mareos, confusión mental, palpitaciones, náuseas, cansancio, dolor de cabeza, tics o calambres.
Dolor de cabeza
El dolor de cabeza proviene no solo del cansancio laboral, sino también de las radiaciones.
Además de las redes wifi, también producen contaminación electromagnética a gran escala las propias antenas de telefonía móvil y las líneas y los transformadores de alta tensión. Por eso hay que estudiar bien dónde se van a disponer estas infraestructuras, de forma que afecten lo menos posible a la población, aunque también se deba tener en cuenta la afección a la fauna, sobre todo aquella que esté protegida.
En el hogar, la contaminación electromagnética nos puede llegar desde el router, emisor de internet de forma inalámbrica, los teléfonos móviles (que suele haber varios en cada vivienda) y los inalámbricos. La domótica también puede considerarse una fuente emisora y, en general, todos aquellos aparatos que utilizamos sin cables.
Los teléfonos inalámbricos son los culpables de una parte de las radiaciones caseras
Desconectar de las redes
Una forma de reducir la contaminación electromagnética sería dejar de abusar de las redes inalámbricas y volver a apreciar las bondades del cable. ¿Por qué tener el ordenador conectado a internet por wifi? No solo nos ahorraremos radiaciones, sino que la conexión será más rápida y directa y nos evitaremos las odiosas microdesconexiones.
Ese es uno de los métodos para reducir la radiación recibida y que está en nuestra mano. Pero no siempre podemos huir de las redes inalámbricas, nos persiguen allá por dónde vamos y las necesitamos para casi todo. Por eso ha surgido el Detox Digital, una forma de turismo que incluye desconectarse totalmente de la red para disfrutar de unos días de descanso.
Descanso sin wifi
Algunos hoteles ofertan vacaciones sin wifi ni cobertura.
Diversos alojamientos ya ofrecen paquetes especiales para desconectar del mundo digital, que incluyen servicios como dietas especiales, yoga o tratamientos de spa. En otros, el reclamo es el contacto con el medio ambiente, la tranquilidad del campo y la relajación de la vida rural. En la naturaleza podremos respirar aire puro, huir del estrés y alejar la radiación, al menos por un rato. Ahora que llegan las vacaciones, es un plan ideal.
La lucha
Por todos estos motivos, organizaciones en su mayoría no gubernamentales, se unen al Día contra la contaminación electromagnética haciendo un llamado al sector público y a los gobiernos de los Estados y entidades internacionales para que desarrollen investigaciones que comprueben o descarten el daño producido por los campos electromagnéticos y, dependiendo del caso, legislen a favor de la salud universal.
Asimismo, aprovechan esta fecha para denunciar el crecimiento insostenible de la contaminación electromagnética, asociada a la proliferación descontrolada de infraestructuras eléctricas y redes de telecomunicación, que se ha convertido en un problema medio ambiental y de salud pública, y la necesidad de un cambio legislativo profundo en las normativas que regulan este tipo de actividades.
Como evitar la contaminación electromagnética
Aunque es muy difícil evitarla por completo, se pueden hacer muchas cosas para reducirla considerablemente:
Poner el móvil en modo avión cuando se pueda, sobre todo por la noche.
Usar cable para las conexiones a Internet en casa, en vez de la wifi.
No abusar de los auriculares y otros aparatos inalámbricos.
No poner lavavajillas, lavadoras, microondas y otros aparatos electrónicos cerca de las habitaciones.
No usar el móvil cerca de los bebés y los niños.
No usar vigila bebés inalámbricos.