Las fuertes lluvias que cayeron desde la tarde del lunes dejaron un muerto y sembraron el caos en las calles de Rio de Janeiro, Brasil.[{adj:41600 alignright}]

Según informó la Policía Militar del estado, cerca de la medianoche, un hombre murió en el barrio de Gávea, en la zona sur, la más turística de la ciudad, en la que se yuxtaponen las favelas ubicadas en las colinas y los lujosos barrios residenciales.

Testigos del hecho dijeron al sitio de noticias G1, de la cadena O Globo, que el hombre —Guillermo N. Fontes, de 30 años— murió ahogado por la corriente, tras caer de una moto y quedar atrapado bajo un auto en la Avenida Marqués de San Vicente. Dos hermanas —Doralice y Gerlaine do Nascimento, de 55 y 53 años— quedaron enterradas en Leme.

La ciudad quedó en estado de crisis y debió suspender las clases.

En la televisión local pudo verse a los barrios de la zona sur, la más afectada, completamente inundados por la lluvia. El agua arrastró varios coches, causó el caos con importantes avenidas bloqueadas y provocó la caída de algunos árboles y otros destrozos, reportó la agencia AFP.

La Avenida Niemeyer y el Alto de Boa Vista amanecieron interceptados por caídas de barrera. Los bomberos usaron botes para rescatar a varias personas que quedaron aisladas.

Las autoridades de la ciudad volvieron a declarar el "estado de crisis", el más grave de los tres niveles de riesgo de precipitaciones que pueden causar inundaciones o deslizamientos.

Se prevé que las lluvias, que empezaron al caer la noche tras una jornada que amaneció soleada, sigan hasta la mañana del martes y las autoridades recomiendan a los ciudadanos que solo se desplacen "en caso de extrema necesidad".

El intendente de la ciudad, Marcelo Crivella, dijo en una entrevista con O Globo que la lluvia de este lunes es "completamente atípica". "Siempre tenemos la previsión de lluvias fuertes, pero no con esa intensidad", declaró antes de anunciar la suspensión de las clases en las escuelas públicas el martes.

Rio vivió este año el enero más caluroso desde el inicio de los registros oficiales en 1922, con temperatura promedio de 37,4 grados Celsius, y los últimos días habían sido también muy calurosos. En febrero, al menos cinco personas murieron en otro temporal.

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