Un juez boliviano ordenó la aprehensión del expresidente por presunta trata de personas, mientras miles de sus seguidores lo protegen en su bastión político del Chapare.
Un juez boliviano declaró en rebeldía al expresidente Evo Morales en el marco de una causa por trata de personas agravada y dispuso una nueva orden de aprehensión, junto con la prohibición de salir del país. La decisión judicial se suma a las acusaciones que Morales enfrenta en su país desde que dejó el poder.
La resolución fue emitida tras varias horas de debate, durante las cuales la defensa de Morales presentó certificados médicos por dolencias como bronconeumonía y problemas cardíacos, pero el juez determinó que estos no fueron evaluados por especialistas. Además, la defensa intentó apartar al magistrado del caso mediante una recusación, que fue rechazada.
Cientos de indígenas y cocaleros formaban esta semana varios “anillos de seguridad” para impedir la aprehensión del expresidente, ordenada por la fiscalía debido a una investigación por la presunta trata de una menor durante su mandato.
Morales, de 65 años, enfrenta una orden de aprehensión y arraigo emitida por un juez de Tarija en el marco de una investigación por trata de personas agravada. Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, estaba citado para comparecer hoy en una audiencia donde el Ministerio Público solicitó su detención preventiva por seis meses. Sin embargo, su defensa presentó certificados médicos alegando problemas de salud, como bronconeumonía y afecciones cardíacas, que le impidieron asistir. El juez, tras evaluar la documentación, declaró en rebeldía al exmandatario y ordenó su aprehensión.