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Testimonio público complica más al candidato de Trump a la Corte acusado de abusos

Con la voz quebrada, visiblemente al borde del pánico, Christine Blasey Ford tomó la palabra este jueves en la comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, para "contar la verdad" sobre cómo Brett Kavanaugh, el candidato de Donald Trump para la Corte Suprema, la abusó sexualmente en 1982.

Christine Blasey Ford jura decir la verdad en la comisión judicial del Senado, en Washington. / AP
Christine Blasey Ford jura decir la verdad en la comisión judicial del Senado, en Washington. / AP

"Ciento por ciento", contestó Ford cuando le preguntaron si estaba segura que Kavanaugh fue quien la atacó. Las preguntas trataron en una primera etapa del interrogatorio en dejar en claro que la mujer no había caído en una confusión de identidad con su atacante.

"Estoy aterrada", admitió esta psicóloga de 51 años, en su relato inicial sobre los hechos, antes de ser interrogada. Con claros detalles contó cómo fue atacada en el verano de 1982, en una casa en Maryland, en un suburbio de Washington, por el hoy juez y un amigo de éste. Y reveló las amenazas de muerte que recibió en estos últimos días y cómo su familia debió mudarse.

"Estoy aquí hoy no porque quiera. Estoy aterrada. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico decirles lo que me sucedió mientras Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria", dijo la mujer ante los legisladores.

"Absolutamente no", contestó a la senadora demócrata Dianne Feinstein cuando le preguntó si no se trataba de un caso de confusión de identidad, dado que los hechos ocurrieron tanto tiempo atrás.

Ford repitió en la comisión lo que ya había relatado en una entrevista con el diario The Washington Post, publicada a mediados de septiembre.

Las preguntas de los republicanos fueron conducidas por Rachel Mitchell, una fiscal contratada por ellos para evitar el interrogatorio totalmente masculino. La rutina consistió en cinco minutos para preguntar para los republicanos, y luego otros cinco minutos para los demócratas.

La Comisión de Asuntos Judiciales del Senado está integrada por 11 republicanos, todos ellos hombres, y 10 demócratas.

"Las carcajadas entre ellos, cómo se divertían a costa mía (...) Yo estaba abajo de uno de ellos mientras dos amigos se divertían", relató la mujer sobre lo que más recordaba del ataque.

La mujer recordó que al ir a esta suerte de fiesta en una casa de familia aquel día, había cuatro chicos y dos chicas, incluida ella. Cuando subió al baño, dos chicos la siguieron y la empujaron adentro de un cuarto y cerraron la puerta.

Esas personas eran Kavanaugh y su amigo Mark Judge. “Me toqueteó y trató de desvestirme”, dijo sobre el juez, luego le tapó la boca con la mano cuando ella trató de gritar, antes de poder escapar.

“Creo que iba a violarme”, dijo con la voz entrecortada.. Y admitió que llegó a pensar que al no poder respirar con la mano de Kavanaugh tapándole la boca, que iba a morir.

"Pensé que iba a matarme accidentalmente", contó.

Aunque confesó no recordar todo lo que quisiera, insistió en que desde entonces, y a causa de ello, ha sufrido "ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático" como claustrofobia o pánico.

La senadora Amy Klobuchar, senador demócrata y ex fiscal, le preguntó qué es lo que recuerda más de esa noche.

"La pared de la escalera, el living, el dormitorio, la cama a la derecha, el baño cercano, la carcajada, los intentos por escapar y la capacidad de hacerlo", enumeró Ford.

La actividad en el Capitolio este jueves se considera una secuela de las audiencias políticamente explosivas de 1991 con Anita Hill, quien acusó al actual miembro de la justicia Clarence Thomas de acoso sexual. Thomas negó las acusaciones de Hill.

Durante la sesión de este jueves está previsto que también testifique el propio Kavanaugh, quien ha negado todas las acusaciones, aunque admitió que en su juventud solía tomar "varias" cervezas y que no era prefecto entonces, pero que sí lo es, hoy.

En su testimonio preparado, el juez de apelaciones de 53 años, reconoce que era bebedor en la escuela secundaria cuando estaba con sus amigos, aunque afirma que nunca hizo nada “que se pareciera ni remotamente” a lo que describe Ford. Dijo que nunca tuvo con ella un “encuentro ni sexual, ni físico de ningún tipo”.

También dio a la comisión páginas detalladas de un calendario donde aparecen recuadradas en verde y blanco, las actividades que realizó ese verano de 1982 cuando tenía 17 años: exámenes, películas y un montón de fiestas. Ese es el año en el cual Ford dice que ocurrió el abuso.

Nada en el calendario parece estar referido a Ford.

Los republicanos han calificado las denuncias de Ford de calumniosas y de formar parte de una conjura demócrata para hundir la postulación de Kavanaugh, pero al surgir denuncias de otras dos mujeres, algunos senadores republicanos han reconocido que mucho dependerá de lo que diga el postulado. El mismo Trump, que postuló a Kavanaugh y lo defiende tenazmente, dijo el miércoles que estaba "dispuesto a cambiar de opinión".

Tras un intervalo de 15 minutos en la audiencia del Senado, Sheldon Whitehouse, senador demócrata, pidió una "sincera y seria completa" investigación. "¿Usted pide una investigación del FBI, aún cuando puede favorecer a la parte acusada?", le preguntó el legislador a Ford a modo de queja, por el hecho de que no exista una pesquisa federal, habiendo una acusación tan seria contra Kavanaugh.

"A usted se le ha negado eso. Haré todo lo posible para que su denuncia sea investigada", le prometió Whitehouse a la mujer.

Otro de los senadores demócratas también lamentó la falta de una investigación del FBI. "No depende mí", dijo Ford, a lo que el legislador replicó: "No, depende del presidente", en alusión a Trump, a quien acusó de encubrir todo el asunto.

Fuente: AP y Clarín

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