El curso se realizó durante tres trimestres y contó con más de 18.000 inscriptos. Participaron maestros y maestras de nivel inicial, primario y secundario de todas las regiones del país (Noreste, Noroeste, Cuyo, Centro y Patagonia).

Con el objetivo de fortalecer los conocimientos en salud, alimentación, nutrición y su aplicación en el ámbito educativo, los ministerios nacionales de Salud, de Desarrollo Social y de Educación, junto al Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, capacitaron a más de 18.000 docentes de nivel inicial, primario y secundario de todo el país a través del curso "Promoción de la alimentación saludable en las escuelas”, en el marco de la ley N° 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable.

Realizado a través de la plataforma del Instituto Nacional de Formación Docente (Infod), el programa de capacitación busca proporcionar a los y las docentes las herramientas necesarias para que los niños, niñas y adolescentes se conviertan en actores sociales clave en la promoción de prácticas alimentarias saludables.

En el curso se abordaron temas relevantes para comprender la problemática alimentario-nutricional y su impacto en la salud de los niños, niñas y adolescentes, permitiendo una fácil transferencia de conocimientos al ámbito personal, aula y comunidad educativa. Así, se propone fomentar la alimentación saludable como un derecho en el entorno escolar, conforme a la ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable y diseñar propuestas de aplicación de contenidos con una mirada ampliada en el entorno escolar.

“La relación intrínseca entre el derecho a la salud y el derecho a una alimentación adecuada es fundamental para garantizar un nivel de vida digno”, manifestó la coordinadora del programa nacional de Alimentación Saludable, Malena Giai.

“En Argentina, siguiendo la tendencia global, los patrones alimentarios han empeorado en las últimas décadas, con un aumento significativo del consumo de productos ultraprocesados. Estos productos, con alto contenido en sal/sodio, azúcar y grasas, han desplazado a alimentos frescos y mínimamente procesados, impactando negativamente en la calidad nutricional, ambiental, social y económica. Fomentar una alimentación saludable en las infancias y adolescencias resulta fundamental”, explicó la funcionaria.

Según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys), el consumo de alimentos en niños, niñas y adolescentes es menos saludable que en las personas adultas, destacando la necesidad urgente de promover una alimentación más nutritiva y saludable en este grupo de población.

En este contexto, la ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, sancionada en 2021, se erige como una herramienta integral para mejorar los estándares de salud de la población argentina. Entre sus disposiciones, se destaca la implementación del etiquetado frontal de advertencias, que es una herramienta gráfica que permite que las y los consumidores cuenten con información más sencilla, clara, precisa, no engañosa y de visibilidad espontánea o fácilmente visible, con el fin de conocer lo que están eligiendo comprar y consumir.

Además, regula la publicidad, promoción y patrocinio de alimentos dirigidos a niños, niñas y adolescentes, prohíbe la oferta de los productos que contengan al menos un sello de advertencia en su envase en instituciones educativas, y prevé la inclusión de la educación alimentaria nutricional en las escuelas para fomentar hábitos saludables y advertir sobre los posibles efectos nocivos de una alimentación poco saludable.

Desde el programa nacional de Alimentación Saludable, que depende de la dirección nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades No Transmisibles, se aborda la inadecuada alimentación como factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles. En ese sentido, se trabajan estrategias de prevención a través de diversas líneas de intervención como la promoción y regulación de entornos y productos alimentarios, la educación alimentaria a través de guías alimentarias para la población argentina y la capacitación a equipos de salud y educación, entre otros, para contribuir a un abordaje integral de la alimentación.